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Hombres mirando al norte

¿Por qué es tan importante para los productores y empresarios locales lo que ocurre con el cultivo de soja en Estados Unidos? La respuesta de los analistas suena simple: la producción del país del norte impacta en los stocks finales de granos que ingresan al circuito internacional y modifican el precio de la soja.

¿Por qué es tan importante para los productores y empresarios locales lo que ocurre con el cultivo de soja en Estados Unidos? La respuesta de los analistas suena simple: la producción del país del norte impacta en los stocks finales de granos que ingresan al circuito internacional y modifican el precio de la soja.
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Por Infocampo

Por lo tanto, si por contingencias climáticas o como consecuencia de la presencia de roya cae la producción, la situación se verá reflejada en las pizarras de Chicago.

Enrique Erize advirtió a los presentes en la jornada de cierre del Worshop que “si por estos días el mercado estaba volátil, a partir de ahora lo estará aún más”.

Agregó que ahora la cotización de la oleaginosa es de 250 dólares la tonelada, y eso indica que “estamos con buenos precios”.

En referencia a los stocks dijo que “hoy la situación es cómoda. El año que viene es probable que caiga en un 8%”.

Mencionó también la importancia de la relación stocks-consumo y destacó que en los últimos 6 años la tasa creció más del 30%.

“Tenemos un mercado cargado de expectativas.”

La otra variable determinante está signada por las condiciones climáticas para el desarrollo del cultivo en las diferentes zonas de Estados Unidos. “Los ojos están puestos en los estados de Indiana, Illinois, Iowa, donde tienen una sequía incipiente y en otras regiones más al norte donde existe la mayor superficie implantada con el cultivo”, mencionó Erize.

En referencia al impacto de la presencia de la roya, el analista comentó que “si la campaña va mal caen los volúmenes globales. Con unos 300 kilos menos de producción por hectárea hay buenas probabilidades de subas en el precio de la soja”.

Asimismo si llueve alrededor de 40 milímetros en los próximos días en las zonas más afectadas es muy probable que el valor de las cotizaciones en Chicago bajen entre 15 y 20 dólares, señaló Erize. Recomendó que frente a esta situación los empresarios deben tomar coberturas a futuro.

Investigación y desarrollo

John Clark Rupe es profesor de la Universidad de Arkansas. Lleva adelante investigaciones que tienen recién un año de antigüedad. “Estamos enfocados a trabajar para alcanzar mecanismos de control de la enfermedad. Estudiamos el nivel de eficiencia a campo de los fungicidas registrados y existentes en el mercado. Por el momento son 15”, dijo Rupe.

Agregó además, que como parte de las experiencias buscan ajustar el momento de las aplicaciones para obtener mejores resultados. “De acuerdo a lo que pudimos experimentar la recomendación a los productores es que realicen una aplicación antes de la floración y en caso de que sea necesario otra después”, especificó.

Asimismo indicó que se trata de una patología reciente para el país y que esperan avanzar rápidamente en el desarrollo de tecnologías que permitan controlarla. “Los productores están preocupados, tanto es así que se agruparon en una asociación”, comentó. Además de la de Arkansas existen numerosos organismos investigando.

Identificar hospedantes

José Hernández es un investigador argentino que trabaja en el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

En diálogo con Infocampo comentó que una de las mayores preocupaciones del organismo americano se centra en la detección e identificación de hospedantes alternativos del patógeno que origina la enfermedad.

“La roya cumple parte de la vida en otros cultivos y como se dispersa por el aire, básicamente el viento, es importante detectar dónde se aloja para determinar su comportamiento”, dijo el investigador. Hernández comentó que si bien en soja hasta ahora se detectaron 2 tipos de roya, suponen que en las diferentes especies pueden existir otros tipos de la misma enfermedad con características diferentes. “Especialmente porque sabemos que se trata de un gen mutante”, agregó. La buscan en leguminosas y tienen determinados alrededor de 60 especies vegetales que alojan el patógeno. En esa tarea recorre Centroamérica.

Verónica Puig

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