Con 1.030 M de habitantes, en el mediano plazo la India podría superar a China como principal consumidor mundial de commodities. Se estima que en dos décadas su población será superior a la del gigante asiático. Desde su independencia en 1947, la economía india fue una de las más proteccionistas del mundo, especialmente en alimentos, ya que su objetivo era alcanzar el autoabastecimiento, un logro que concretó en 1974. La agricultura representa hoy el 24% del PBI y el 13% de las exportaciones, pero da trabajo a dos tercios de la población.
La clave fue la llamada “revolución verde”, realizada con ayuda de la Fundación Rockefeller. A partir de 1960 se introdujeron semillas de mayor rendimiento y se extendió el uso de fertilizantes. Pero de los 115 M de productores existentes, el 92,6% tiene menos de 4 has. Y sólo el 1,2% posee más de 10 has. Esa fragmentación hace que la gran mayoría de los agricultores no tengan acceso a créditos ni tecnología moderna. A eso se suman los problemas de agua. Sólo un 30% de las tierras son irrigadas. El resto depende en parte de la aparición del monzón, un viento que trae a las lluvias.
Si el monzón es pobre, las consecuencias pueden ser trágicas. Dos años atrás, una sucesión de malas cosechas sumadas a otros problemas provocó el suicidio de más de 10.000 agricultores.
La compleja estructura social, dividida en castas, también dificulta la creación de establecimientos eficientes. Si bien en 1950 se enterró oficialmente el sistema de castas y se reconoció la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, hay más de 160 millones de dalits, o “intocables” -el 70% de los cuales son analfabetos- que representan la casta más baja y, como tales, desempeñan las tareas más “indignas”, como enterrar animales, limpiar letrinas o trabajar las tierras de otras castas.
La ganadería representa un importante papel. La India tiene el mayor stock vacuno del mundo, con 220 M de cabezas. En cultivos, el arroz y el trigo son los dos principales, con 87 y 72 Mt de producción, respectivamente.
Las exportaciones agroalimentarias argentinas a ese país están dominadas por el aceite de girasol y el de soja. También se venden cueros, trigo, maíz, algodón desmotado y lana en bruto.
En 2004, la India y el Mercosur firmaron un acuerdo marco de preferencias fijas que permitirá reducir en forma recíproca algunos aranceles. De prosperar, la Argentina podría incrementar sus ventas y agregar artículos como garbanzos, grasas y agroquímicos.
Sebastián Masana
Especial para Infocampo
