Caso I. Ingeniero agrónomo, en torno de los 40, con base en Ciudad de Buenos Aires, se desempeña como gerente de marketing de una empresa de agroquímicos mediana a grande. Su sueldo ronda los $ 7.000 en la mano, más beneficios como movilidad, teléfono y buen plan de medicina prepaga.
Caso II. Ingeniera agrónoma, menos de 30 años, responsable del área de Producción (reporta a la gerencia) de una empresa agropecuaria líder, radicada en el interior. Sueldo, $ 2.000.
“La realidad es que en el mercado profesional hay de todo, pero en general te diría que los sueldos se han quedado retrasados. Los productos multiplicaron por tres su valor, pero los sueldos, al menos el mío, aumentó 15% en estos últimos cuatro años”, se queja un profesional vinculado con el mejoramiento vegetal.
Este sensible tema está en boca de los ingenieros cuando se juntan a tomar algo y charlar. “¿Y a vos cómo te está yendo?”
Un relevamiento entre distintos profesionales permite hacer las siguientes distinciones.
a) Los sueldos en las multinacionales superan a los de las nacionales.
b) Los que trabajan en Buenos Aires ganan mejor que los que se radican en el interior.
c) La remuneración depende del negocio de la compañía. Por caso, un breeder de un programa de híbridos (maíz, girasol o sorgo) gana mejor que uno de autógamas (trigo o soja), por el valor superior de los primeros respecto de los segundos.
“Cuando pedís una remuneración tenés que tener en cuenta la rentabilidad de la empresa”, dice el responsable de recursos humanos de una empresa vinculada con la producción agropecuaria.
En esta compañía, un gerente puede rondar los $ 5.000. “Un 65% puede ser fijo y el 35% restante variable, en función de objetivos. Por ejemplo, de la venta de insumos o del volumen de originación que hagan. Pero puede ser que nuestros gerentes tengan objetivos similares a los de grandes compañías proveedoras de insumos y estén ganando mucho menos, en comparación, por el tema de la rentabilidad de las empresas”, explica.
A propósito, otro profesional con una importante trayectoria en una multinacional de insumos nos acerca una referencia de lo que pueden ser los sueldos.
Un trainee que inicia su carrera profesional como asistente en el área de marketing o ventas, $ 2.300.
Cuando este pasante se efectiviza, pasa a un rango de $ 2.500 más los beneficios.
Cuando pasan a desempeñarse como representantes de ventas en el interior pasan como juniors a valores de $ 2.500 a 3.500 y como seniors a entre $ 3.000 y 6.000. Todos con autos provistos por la empresa, beneficios y bonus por desarraigo.
Cuando se habla de una gerencia de ventas zonal hay que pensar en $ 7.000 a 10.000 más beneficios. A partir de allí, sueldos de gerentes de marketing, ventas, etcétera, pasan a otra dimensión.
“En general, los bonus son 2 o 3 sueldos”, comenta el breeder de una semillera mediana. “El tema es que no están incorporados al sueldo, con lo cual no suman”, se quejan.
En la otra punta, los empresarios observan. “Lo que pasa es que para vos, un sueldo te cuesta 40% más de lo que el tipo recibe. Y es un auto más, una PC más. Por eso hay que medir muy bien, antes de incorporar a alguien”, agregan.
Para los profesionales del agro, la oportunidad de mejorar su sueldo parece tener más que ver con el cambio de empleo que con una mejora puertas adentro. El caso paradigmático es el Inta, donde los profesionales que vuelven con masters o doctorados son rápidamente capturados por las empresas.
Javier Preciado Patiño
jpreciado@infocampo.com.ar
