La polémica del tomate va in crescendo. Ahora, el ministro de Economía, Axel Kicillof, se encargó de ventilar que fue el supermercadista Alfredo Coto el que les anticipó que la semana que viene, por problemas estacionales, podría haber dificultades con el abastecimiento y los valores de esa hortaliza incluida en el acuerdo de “precios cuidados” con el que Gobierno pretende enfrentar la inflación. Y que por eso decidieron abrir la importación, según publica El Cronista.
En diálogo con la prensa en la puerta del Ministerio de Economía, Kicillof confirmó además que su cartera recibirá a los productores de tomates, que, después de que el Gobierno anunciara que iba a importar desde Brasil esa fruta a través del Mercado Central, aseguraron que el abastecimiento era normal, que la medida terminaría de aplastarlos después de lo que ya sufrieron con las heladas y que se trata de un producto que está incluso más caro en Brasil.
Antes que Kicillof, había hablado el jefe de Gabinete, Jorge Capitaich. Informó que la presidenta Cristina Kirchner instruyó al ministro de Economía y a su secretario de Comercio, Augusto Costa, para que reciban a los productores para “saber quién miente y quién dice la verdad”.
Como lo había hecho más temprano Capitanich, Kicillof apuntó a posibles “maniobras especulativas”. Cuestionó que “cuando el tomate sale 40 pesos, nadie se pregunta quién se queda con la renta que genera ese precio”, aunque el tomate hoy está en la mayoría de los supermercados y verdulerías a menos de la mitad de ese precio, y dijo que por eso entiende que haya “tanto despelote con el tomate”.
En el marco del acuerdo de precios “tenemos un sistema de alerta temprana: cuando alguno de los miembros de la cadena ve que puede haber problemas de precio o abastecimiento con algún producto nos tiene que avisar. El señor Coto nos dijo que la semana que viene podía haber problemas con el tema del tomate”, comentó Kicillof.
Para el ministro, que habló de “cuidar el bolsillo de los argentinos”, el conflicto –en realidad, la advertencia obre un problema potencial- muestra que la disparada de los precios “no era culpa de Moreno ni del Gobierno: evidentemente se puede presenta aluna cuestión puntual estacional y hay distintas versiones y diferentes patrañas”.
De nuevo sobre el potencial problema con los tomates, recalcó que el Gobierno “no va a aceptar modificaciones en los precios acordados” ni va a dejar que haya “movimientos especulativos”. E insistió en que van a “permitir las importaciones para que los precios sean los acordados”, tanto con la hortaliza como con otros productos.

