En la edición de Infocampo del día 8 de julio pasado aparece un artículo firmado por el Sr. Ezequiel Tambornini titulado: “¿Para qué sirve la Cancillería?”. Posiblemente no previó que en la misma edición del diario se encuentra una respuesta clara a su interrogante.
En efecto, las primeras páginas, como es lógico, se refieren al atentado en Londres y a la trascendencia del terrorismo en el mundo de hoy. La Cancillería es el órgano que, desde el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, monitorea el combate contra este grave flagelo y contribuye con informes y propuestas para que la lucha sea legítima y, en consecuencia, resulte eficaz. Pero no es sólo en el ámbito político donde la Cancillería cumple sus funciones. Como bien reflejó Infocampo en la página 7 la cuestión de la aftosa es un tema central en el Mercosur. El bloque es una prioridad para la Cancillería y para la política hacia Brasil. La Subsecretaría de Integración Económica Americana y Mercosur, coordina con la Secretaría de Agricultura y el Ministerio de Economía toda la política atinente a nuestras exportaciones a Brasil, Paraguay y Uruguay. Y cuenta con expertos en permanente contacto con empresarios grandes, medianos y pequeños para generar nuevas corrientes exportadoras y atender y solucionar sus problemas. El Mercosur es una alianza estratégica que requiere sintonía y consultas políticas permanentes. Por ello, la Dirección del Mercosur político explora todas las posibilidades para estrechar las coincidencias sobre los temas más trascendentes de la agenda internacional entre los distintos miembros. En la misma página de la nota del Sr. Tambornini, un artículo firmado por Sebastián Masana se refiere al presupuesto de la Unión Europea y su influencia en la Política Agraria Común. Este es otro de los temas que coordina y negocia la Cancillería tanto en Ginebra como en Bruselas. El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea tiene como punto central las dificultades que plantea a nuestras exportaciones la aplicación de la PAC.
En la página siguiente se hace referencia al potencial del mercado importador chino para nuestros cereales. Esto me permite recordar que la Cancillería mantiene una clara continuidad en la política de convergencia de intereses con China. Durante la actual administración viajé a China en tres oportunidades, y el presidente Néstor Kirchner visitó oficialmente dicho país acompañado de un sólido grupo de empresarios. La gravitación de Chile está también muy bien reflejada en Infocampo por Cristian Pérez Barceló en la página 17, quien subraya la llegada de inversiones chilenas en minería favorecidas por los acuerdos de complementación minera y por el nivel de diálogo y confianza que existe entre ambas Cancillerías. En la página 18 del Infobae, David Cayón destaca un informe de la Fundación Export-ar acerca del incremento de las exportaciones de cosméticos a Brasil, Chile, México y Uruguay. Este es un organismo estrechamente vinculado a la Cancillería, orientado a detectar nuevos mercados para nuestra producción, actividad que lleva a cabo con reconocida eficacia.
Otros diarios del día 8 de julio ponen de relieve el acuerdo bilateral que llevó a la creación del Sistema Italo Argentino para Gestión de Emergencias (SIASGE). Este arreglo permitirá crear una constelación de dos satélites argentinos y cuatro satélites italianos para monitorizar la superficie terrestre y prevenir eventuales desastres. Esto ha sido obra del trabajo conjunto de la Cancillería con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), de la que soy presidente.
En un mundo globalizado, donde nuestros ciudadanos viajan con frecuencia, la función de asistencia consular es cada vez más esencial y requerida. Ese es otro campo en el cual la Cancillería está presente para atender a las necesidades de nuestros ciudadanos.
Rafael Bielsa, canciller de la Argentina
