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La industria frigorífica se defiende: “La carne no tuvo la culpa del salto inflacionario de febrero”

Desde Fifra argumentaron que en 2022, la carne aumentó un 75%, mientras que la inflación anualizada superó el 100%. Señalaron que tras la recomposición de precios en hacienda y carne, los valores se mantienen estables.

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Por Infocampo

En la semana se conoció el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y más allá de la suba del 6,6% mensual, uno de los datos que llamó la atención fue la fuerte incidencia de la carne vacuna. Solo en ese mes, el aumento promedio de estos cortes se ubicó sobre el 30%.

En este contexto, las entidades que conforman la cadena de valor ganadera analizaron esta situación y coincidieron en remarcar que, durante buena parte de 2022, los valores de la hacienda no movieron la aguja y los incrementos en las carnicerías fueron por debajo de la inflación.

“Esta semana se conoció el nuevo índice de febrero que fue de 6,6%, y como la corrección de los valores de la hacienda y por ende de la carne ocurrió también el mes pasado, todos estamos asombrados y hay quienes culpan a la carne del salto de ese indicador, lo que no es real”, señaló Daniel Urcía, vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra).

Carne: las exportaciones comenzaron el año con más volumen, pero los precios no repuntan

El directivo puso en números los incrementos durante el año pasado: mientras que la hacienda de consumo y la carne en los mostradores aumentaron sobre el 75 la suba de precios acumulada en 12 meses trepó al 102,5%.

Urcía remarcó que un escenario posible era una fuere recomposición de estos valores, seguida por una etapa de amesetamiento. “Con posterioridad a los incrementos que se dieron entre la última semana de enero y la primera quincena de febrero, llevamos ya 3 semanas de estabilidad en los valores del ganado”, sostuvo, Y agregó: “Pero el resto de los costos continúan subiendo, los combustibles un 4%”.

EL CLIMA NO AYUDA

A este escenario, el directivo añadió que la inestabilidad climática tuvo impacto en la producción de cereales y pasturas. De este modo, los productores deberán reprogramar los ciclos ganaderos, en función de la disponibilidad forrajera.

“Esto seguramente llevará a aumentar la oferta de hacienda para la faena en el corto plazo y a que disminuya el peso promedio por res lo que impactará en la disponibilidad de ganado y carne en el segundo semestre o en el próximo año”, estimó.

En el corto plazo y con una faena que aumentó en los dos primeros meses del año, la demanda interna se encuentra bien abastecida. En el caso de los mercados externos, el vicepresidente de Fifra sostuvo que no se evidencia una recuperación de los valores a los niveles del primer semestre del año anterior, situación que restará competitividad a los exportadores.

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