El Ministerio de Seguridad postergó hasta el martes próximo una definición a los reclamos salariales. Ayer, los uniformados volvieron a ser recibidos por el secretario de Seguridad Sergio Berni, quien se comprometió a analizar “punto por punto” el petitorio.
Los efectivos de la Gendarmería y Prefectura cumplen hoy su cuarto día de protesta, al dilatarse la firma del petitorio que reclaman los uniformados de esas fuerzas de seguridad. El Gobierno, en principio, depositó ayer los complementos de los haberes que fueron recortados por el decreto 1307, pero no emitió una respuesta al resto de los reclamos.
El Gobierno depositó la diferencia que había sido quitada por el decreto firmado en septiembre pasado por la presidenta Cristina Kirchner y el gesto fue bienvenido por los manifestantes, pero no alcanzó para descomprimir la tensión.
Sin embargo, tanto prefectos como gendarmes -y también efectivos de Fuerzas Armadas que se plegaron en las últimas horas a la medida- se mantuvieron firmes en sus lugares de protesta -los edificios Guardacostas y Centinela- con su postura de lograr una nueva escala salarial con un piso de 7.000 pesos, entre otros puntos del petitorio que confeccionaron.
Este pedido motivó un par de reuniones con las autoridades del Ministerio de Seguridad: una por la madrugada que terminó alrededor de las 5:00, y la restante por la tarde, bajo un gran hermetismo sobre el escenario y los protagonistas. Pero las negociaciones avanzaron muy poco. “Estamos estudiando punto por punto el petitorio a fin de determinar la escala salarial que se va a tratar la semana que viene con las autoridades que nos han recibido. Lo vamos a hacer de manera consensuada Gendarmería y Prefectura”, aseguró el sargento Serrano, en la explanada del edificio Guardacostas de Prefectura.
Tanto prefectos como gendarmes anunciaron que permanecerán con su reclamo, siempre bajo la aclaración de que la protesta no afecta el servicio, ya que quienes están en esos lugares lo hacen en su franco o en horas de descanso.

