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La soja pierde el estrellato agrícola

Al momento de colocar la futura cosecha de la oleaginosa, se debería pensar en un monto por encima de los u$s 160 la tonelada y "mirar las opciones", mientras que para la vieja campaña lo mejor sería pautar a $500 y concluir las ventas

Al momento de colocar la futura cosecha de la oleaginosa, se debería pensar en un monto por encima de los u$s 160 la tonelada y "mirar las opciones", mientras que para la vieja campaña lo mejor sería pautar a $500 y concluir las ventas
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Por Infocampo

La campaña sojera 2004/2005 no será ni por asomo similar a su predecesora, ni el bendición climática, ni por el usufructuo financiero y mucho menos por la performance de la Argentina en comparación con sus principales competidores internacionales.

La campaña 2003/2004 se caracterizó por una “suba espectacular” del precio de la soja, recordó Ignacio Miles, analista de mercado de BLD brokers & consulting, en el marco de la Jornada sobre Soja, realizada por Agromercado.

El experto fundamentó el éxito en tres factores: la pérdida de 15 millones de toneladas (Mt) en la cosecha de los Estados Unidos por el clima cálido y seco, que dejó los stocks más comprimidos de los últimos 27 años; una demanda extraordinaria, especialmente de China, y una pérdida de 11 millones de toneladas en Sudamérica, por problemas de sequía y roya.

Sin embargo, la presente campaña presenta un escenario muy distinto: la cosecha norteamericana se va definiendo “espectacular”, en torno a los 80 millones de toneladas; la demanda internacional viene más selectiva y retrasada que el año anterior, aunque se espera un repunte de las compras de China en los próximos tres meses, ya que su mayor socio en el mercado internacional (EEUU) cuenta con toda la cosecha.

Por último, las perspectivas de una cosecha récord para Sudamérica, de 110 Mt, en comparación con los 90 M de la campaña anterior, parecen hoy muy lejanas ante la intensa sequía tanto de Argentina y Brasil, “pero queda mucho tiempo aún para poder sembrar”, alentó Miles, para avizorar que “toda superficie perdida de trigos implantados, maíces y girasoles no sembrados o perdidos, redundará en mayor área de soja”.

Ante este panorama, el consultor recomendó “capturar una rentabilidad razonable y no buscar precios emocionales: Para la soja vieja, ponerle precio de venta por encima de los 500 pesos y cuando llegue vender, ya que con los costos del año pasado se gana”, sostuvo.

Para la soja nueva, “atento a que todavía falta mucho por definir, habría que ir vendiendo por encima de los 160 dólares por tonelada y mirar las opciones”.

La variable climática

Para concluir un panorama de situación sobre la campaña sojera 2004/2005, los especialistas recomendaron prestar especial atención a la cuestión climática, antes de actuar en el mercado.

En este sentido, Stella Carballo, del Instituto de Clima y Agua, del INTA, advirtió que “los precios cambian porque el clima cambia”.

La experta preanunció que este año se producirá una “etapa de neutralidad”, no signada ni por El Niño, ni por La Niña.

Al exponer pronósticos bimestrales móviles, Carballo aseguró que para septiembre-octubre se prevén pocas lluvias para la región centro (Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Santiago del Estero, parte de Buenos Aires); y un panorama más lluvioso en Chaco, Formosa, Misiones, y una pequeña porción en Buenos Aires.

Los bimestres noviembre-diciembre y diciembre-enero, en cambio, serían “llovedores”, aunque para enero-febrero los meteorólogos ya prendieron una luz de alarma: “no habrá lluvias, será muy seco”.

Al tener conocimiento de estos datos, el productor podrá trazar una estrategia, por ejemplo basada en la siembra de grupos cortos “que terminan su llenado de granos en enero, cuando empezará la sequía”, comentó Carballo.

Para los demás países productores, la experta pronosticó un panorama muy bueno para los EE.UU. en el 2004, y una real escasez de lluvias “para nada alentadora” para Brasil.

“Por eso, los 66 millones de toneladas que proyecta Lula son sólo expresión de deseo, podría no ocurrir”, dijo Carballo.

Con respecto a China, si bien lloverá más que el año pasado, las limitaciones de incremento de cosecha pasarían por la imposibilidad de incrementar los rindes.

“China tiene 100 M de h -la mitad con régimen de riego artificial- en manos de 200 M de agricultores. No pueden aumentar el rendimiento porque no pueden incorporar tecnología en pequeñas parcelas y por el alto crecimiento poblacional”, sentenció.

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