La cosecha del noroeste argentino (que tuvo un promedio de rendimiento de 30 q/ha) impulsó una importante alza en la productividad extrapampeana y motivó que se mantenga el rinde nacional en 27 q/hectárea. Chaco y Santiago del Estero equivalen a 28% de los 4,98 Mha que faltan aún por cosechar y el norte de Córdoba y Santa Fe concentran similar proporción. Por ello, la evolución de estas zonas del centro-norte agrícola determinarán en gran medida el resultado final de la producción sojera nacional. Todavía falta cosechar un tercio de toda la superficie destinada a la oleaginosa; si continúa la buena performance de los cultivos del centro-norte agrícola del país, la producción aún proyectada en 40,40 Mt podría tener un incremento adicional de 300.000 toneladas.
En cuanto al maíz, al 29 de abril se cosechó 48,1% de la superficie, avanzando en 10 puntos respecto de la semana pasada, pero demorada en once respecto de la comparativa interanual. Los plantíos implantados más tardíamente rindieron en términos generales, más que los tempranos. De aquí surge el paulatino incremento que muestra la productividad física a medida que progresa la cosecha.
El avance de la trilla a la fecha representa un volumen de 6,75 Mt con un rendimiento medio de 63,7 q/ha algo más elevado que el de la semana anterior. Esta tendencia, creciente a medida que aumenta la proporción del área cosechada, permite ajustar la proyección de la producción en 14,40 Mt, 400.000 toneladas más que lo esperado una semana antes.
Respecto del girasol, indica el informe, la cosecha se encuentra prácticamente finalizada con una producción de semilla que se estima que totalizaría 3,78 Mt sobre una superficie sembrada de 2,21 M/ha de la cuales se recolectaron 2,15 M entregando 17,6 q/ha como rendimiento promedio.
