El presidente estadounidense, Barack Obama, y sus pares del resto de los ocho países más industrializados del mundo (G8) dijeron en la declaración final de una cumbre en Francia que también “movilizarán un sustancial apoyo bilateral para apuntalar este esfuerzo” financiero.
Los líderes del G8 alentaron además a otros países, incluyendo a las naciones ricas del mundo árabe, a contribuir también en esta iniciativa para sacar a flote las economías de Egipto y Túnez, que este año derrocaron a presidentes autocráticos con rebeliones que por otro lado alejaron a los turistas y a los inversores.
“En el corto plazo, nuestra meta colectiva es asegurar que la inestabilidad no socave el proceso de reformas políticas y que la cohesión social y estabilidad macroeconómica sean ambas sustentables”, declararon los gobernantes en la declaración final, citada por la agencia de noticias DPA.
Los créditos por más de 20.000 millones de dólares de bancos de desarrollo multilaterales serán destinados a los “esfuerzos reformistas apropiados” desde el corriente año hasta 2013, dijo el comunicado de cierre de la cumbre en Deauville, Francia, sin dar más detalles.
El Banco de Desarrollo Europeo podría aportar una cifra aproximada de 3.500 millones de euros.
Los líderes no explicaron exactamente a qué se destinará el dinero ni si la cifra incluye dinero ya prometido para la región.
Luego de reunirse con los gobernantes de Egipto y Túnez en Deauville, los líderes del G8 lanzaron un programa de asociación con el fin de respaldar el frágil proceso de transición democrática, combatir la corrupción y estabilizar sus economías.
Los gobernantes del G8 presentaron un plan preliminar para recalibrar la actividad del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) -creado para ayudar a economías de Europa del Este después del colapso soviético- para auxiliar a las democracias del mundo árabe.
Fuente: Télam