La coyuntura internacional está golpeando a la industria molinera y haciéndole ajustar sus números.
El presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera, Alberto España, advirtió sobre el parate que está sufriendo la actividad -que emplea a 13.000 trabajadores en forma directa- y lo relacionó con la fuerte desaceleración del mercado internacional, particularmente Brasil, el primer cliente del producto argentino.
La merma en el consumo también se siente en el mercado interno, lo cual no hace sino agravar la situación.
Así, la proyección de la molienda de 2008 se ubica en 6,8 millones de toneladas y las exportaciones en un millón de toneladas de harina (250.000 menos que lo esperado inicialmente).
Tras el anuncio presidencial de la baja de retenciones de cinco puntos en trigo, la molinería salió a anunciar los problemas que está sufriendo, lo cual abrió la oportunidad del siguiente diálogo con Infocampo.
-Un dólar industrial, ¿sería una medida adecuada para paliar la situación de crisis en el sector?
-Nosotros nunca pedimos una medida puntual, sino que planteamos un abanico de soluciones. Esa posibilidad nos gusta, pero no queremos encerrarnos en una única opción. Cualquier medida gubernamental, como la baja en las retenciones, el lanzamiento de créditos blandos o un sistema de reintegros, puede ayudar al sector.
-¿Cómo repercute la devaluación monetaria de Brasil en la industria molinera argentina?
-Ahora Brasil prefiere comprar el trigo argentino para producir harina. Además, creemos que nuestros vecinos sufrirán en mayor medida la crisis, porque los industriales, en general, están endeudados en dólares y sus deudas crecieron tras la devaluación de un 30%. Algo similar a lo que pasó en Argentina con la crisis de 2001. La industria brasileña soportará en el primer semestre de 2009 un deterioro en los salarios de los trabajadores, una baja en la producción y una suba en el desempleo.
-¿Qué expectativas tienen para el próximo año a nivel local?
-Hace falta que el gobierno nacional tome medidas para impulsar la producción, porque nuestra industria no podrá soportar una baja en la productividad sin despedir trabajadores. De hecho, ya hay plantas molineras paradas en todo el país.
-¿Cuántas personas trabajan en la industria molinera?
-Los molinos ocupan a unas 13.000 personas en forma directa y a otras 150.000 de manera indirecta.
-¿Funcionaron los acuerdos comerciales firmados con Cuba y Venezuela?
-Los acuerdos están funcionando, pero esos envíos de harina no alcanzan porque ni Cuba ni Venezuela representan el grueso de nuestras exportaciones.
-¿A cuánto llegará la molienda en 2009?
-El próximo año la molienda mantendrá los valores actuales: unos 6,8 millones de toneladas. Antes de la crisis, sin embargo, teníamos pensado llegar a los 7 millones de toneladas. Igual, somos optimistas con respecto a las futuras medidas del Gobierno.