La innovación tecnológica es la llave para mejorar la calidad del maní que la Argentina ofrece al mundo. Esta es una máxima de las industrias maniseras, que con su fuerte vocación exportadora deben responder a un doble desafío: producir según altas exigencias internacionales y, al mismo tiempo, ser competitivas.
Cotagro, que se ubica entre las cinco principales traders, es un claro ejemplo de las tendencias del sector. Para despuntar la cosecha 2007/08, que arranca en sólo cuestión de días, invirtieron u$s500.00 en una nueva nave de depósito de 2.400 metros, que importaron de España. En los próximos días llegaría al parque industrial de General Cabrera, Córdoba.
“Ya tenemos preparado el piso y todos los anclajes y estimamos que para finales de abril estará lista para ser usada en esta campaña. En este depósito se guardará principalmente el maní listo para exportación. Nos permitirá mantener la mercadería en frío y tenerla en mejores condiciones en épocas de altas temperaturas”, comentó Jorge Bossio, gerente general de Cotagro, una cooperativa con 63 años de trayectoria.
Esta inversión se suma a otra de u$s800.000 realizada el año pasado en un planta de blancheado que procesa cinco toneladas por hora. El blancheado es un proceso que le permite quitarle el tegumento al maní y obtener un producto con alta demanda internacional y con mejor precio.
“En todo el complejo del maní se invierte todos los años porque se compite en el mundo y lo que influye fundamentalmente es tener buena calidad para cumplir con las demandas que requieren los importadores de los distintos países”, explicó Bossio, que actualmente también es presidente de la Cámara Argentina del Maní.
En esta campaña el maní ocupó unas 230.000 hectáreas, el 95% en la provincia de Córdoba y la primera estimación de la cámara es de unas 700.000 toneladas de maní en caja, que luego se va modificando a medida que avanza la recolección. “Si la respuesta es buena podemos tener un saldo exportable de 400.000 toneladas”, dijo el gerente de Cotagro.
El consumo interno se ubica entre 30.000 y 40.000 toneladas, mientras que el grueso se envía a la Unión Europea, Chile, Uruguay, México, Canadá, Ucrania, Lituania y Argelia, y este año se abrió cupo de 44.000 toneladas a Estados Unidos.
En la cosecha pasada los precios tonelada de maní descascarado y terminaron en u$s1.500. Este año las empresas anhelan que u$s1.500sea el piso. El aceite de maní es otro subproducto con alta demanda en el mundo y según la calidad que se obtenga cada año se destina entre un 20 y un 25% de la producción.
Las perspectivas comerciales son buenas porque China, uno de los principales competidores junto con Estados Unidos, tiene un consumo interno que se acrecienta año tras año y está declinando su abastecimiento a otros países.
Este fenómeno abrió posibilidades para el desembarco del maní argentino, que es valorado por no contener aflatoxinas. Cotagro tiene siembra propia, cercana a las 9.000 hectáreas, y también en sociedad con productores.
Al mismo tiempo, compra la producción a terceros. La entidad está adherida a ACA, tiene cinco sucursales y además de la actividad manisera acopia maíz, soja, girasol y trigo.
Alexia Gimenez
