En la década del los ochenta, la proporción entre los cultivos de maíz y sorgo, como grandes referentes de cultivos de gramíneas estivales, era un cincuenta por ciento para cada uno de ellos. La mejora de los niveles de precipitaciones ocurrida durante el fin de esta década y la década de los noventa, hasta el año 2003, sumado a la incorporación de las siembra directa como práctica habitual, llevó a que antiguas áreas de producción de sorgo se vuelquen a la producción de maíz.
A partir del año 2003, con la reducción de los niveles promedios de precipitaciones comenzó en forma importante una recuperación del área de siembra de sorgo, de la mano de la mejora genética, del manejo y de nuevas posibilidades comerciales. De hecho las proporciones de siembra, tienden cada año a ser muy similares a las observadas durante la década de los ochenta.
El Sorgo es agronómicamente perfecto pues, siendo su centro de origen África, está preparado, naturalmente, para dar su capacidad de rendimiento consumiendo mucho menos agua que los otros cereales de verano y, asimismo, está provisto de un mecanismo de latencia que le permite suspender su crecimiento, en condiciones de sequía y alta temperatura, para reanudarlo una vez que el agua se hace presente, siendo muy raro encontrar cultivos de Sorgo Granífero que no nos permitan cosechar sus valiosos granos; e igualmente, por la materia orgánica que dejan sus rastrojos y su incidencia en la formación de suelos, es el cultivo ideal en Siembra Directa para rotar con el difundido cultivo de la Soja.
La idea del Segundo Simposio Nacional del Sorgo es que el mismo sea el lugar de encuentro de toda la cadena del cultivo, donde estarán presentes empresas cuyo objetivo es el mejoramiento genético, y asimismo entidades públicas y privadas dedicadas a la investigación del manejo y uso final del cultivo.
También estarán presentes compañías proveedoras de insumos que actualizan e inciden en el manejo del cultivo, tan responsable como la genética en el incremento de los rendimientos observados en los últimos años.
En lo referido a usos, tanto los nuevos como los tradicionales, en el Segundo Simposio Nacional del Sorgo se abordaran temas relacionados a la utilización del grano como integrante de dietas humanas en la elaboración de harinas aptas para ser consumidas por la población celíaca.
Dentro del uso tradicional como grano forrajero, la relación entre el aumento de la oferta de tipos de sorgo, especialmente aquellos híbridos que no tienen taninos en sus granos, se presentan como una alternativa tan buena como el maíz en la nutrición de cerdos y aves.
