De esta manera, los cooperativistas tomaron la posta y, a pedido de
El éxito de la propuesta determinó que, aquello que empezó como una prueba, sea hoy una práctica habitual. La mejora en la calidad de la leche remitida a la fábrica por casi 60 tambos fue el dato que inclinó la balanza en favor de continuar con esta iniciativa.
Los tamberos, de esta forma, conocen de antemano cuáles son las reglas de juego.
Así, los valores de referencia fueron fijados, al igual que en el Plan Piloto, en: 3,45% de materia grasa, 3,15% de proteínas, menos de 100.000 bacterias por mililitro en recuento total y hasta 400.000 células somáticas. La leche, asimismo, tiene que estar libre de brucelosis y tuberculosis, y ser entregada a menos de 5°C.
Los controles sobre el cumplimiento o no de esos valores son realizados por un laboratorio externo. Si la materia prima cumple con todas las condiciones, el productor recibe $0,75/l.
Esta fue una de las cuestiones consensuadas durante las reuniones entre productores, industriales y técnicos de
Desde
De generalizarse este Plan a todo el sector lácteo, cuando los industriales no cumplan con el precio mínimo fijado, los productores tendrán derecho a accionar ante organismos competentes, siempre y cuando ellos antes hayan cumplido con los parámetros mínimos de calidad.
Una vez consolidada la leche de referencia, el próximo desafío para esta cooperativa es avanzar en la liquidación única, otro de los puntos acordados en el Plan con el objetivo crear un registro estadístico ‘cierto’ de cómo está el mercado lácteo. Aunque el objetivo sea noble, por ahora, choca con los intereses de los industriales.
Pedro Ledesma, responsable de producción primaria de Arroyo Cabral Ltda., adelantó que la liquidación única permitiría un sistema ‘más transparente y exacto y sin distorsiones’ entre las distintas empresas, y para esta usina, “es el paso siguiente”.
(Artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario)