Según un informe de Ieral-Fundación Mediterránea, el poder de compra de la soja caería este año, si se lo compara con 2012, un 12,2% en términos de bienes de la construcción y un 11,8% respecto de bienes de consumo.
“Esto se debe al efecto de la inflación y al ritmo de depreciación del dólar oficial”, explicó Juan Manuel Garzón, economista jefe de Ieral Córdoba.
De acuerdo con sus cálculos que publica hoy el diario La Nación, mientras la cotización de la soja se incrementó un 8% en 2013 respecto de 2012, el costo de la canasta de bienes de consumo aumentó un 25% y el costo de la construcción, un 26 por ciento.
“El poder de compra de la soja no es el mismo del período 2003/2005”, opinó Garzón. En ese lapso, que se extendió hasta 2008, el aumento del precio de los granos y el incremento moderado del índice del costo de vida provocaron una mejora en los ingresos de los productores, que se tradujo en un mayor gasto e inversión en las ciudades del interior. Así fue que se vivió un boom de la construcción en grandes ciudades, como Rosario y Córdoba, que ahora se verá desacelerado.
Según calculó Garzón, mientras en el período 2002/05 con un camión cargado de soja (28 toneladas) se podían comprar 24 metros cuadrados de una propiedad, este año los productores podían adquirir 11,8 metros cuadrados.
Para los bienes de consumo, considerando un índice de base cien en el período 2002/2005, el poder de compra de la soja fue de 91 en el lapso 2006/10, mientras que este año ese indicador llega a 76.
Pese a que los ingresos individuales de los productores registran un descenso, el impacto económico de la cosecha de granos será mayor en 2013 que el año pasado como consecuencia del aumento del volumen de producción.
La cosecha de soja llegó a 40 millones de toneladas en 2012 debido a una feroz sequía que afectó a gran parte de la pampa húmeda. En esta campaña, si bien algunas zonas, como el NOA, tienen un marcado deterioro de los rindes, la cosecha llegaría a 48,5 millones de toneladas, según los cálculos privados, y 51 millones de toneladas, de acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Agricultura.
Esta mejora en la cosecha tendrá un efecto positivo en los ingresos fiscales. El Estado, en concepto de derechos de exportación, recaudará entre 9050 millones y 9600 millones de dólares en 2013, lo que supone entre 700 millones y 1200 millones más que el año pasado dependiendo de la cotización que tenga la oleaginosa en los mercados internacionales.
El trabajo de Ieral-Fundación Mediterránea destaca que la mayor producción de soja tendría un impacto sobre el producto bruto interno (PBI) de entre 0,6 y 0,9 puntos porcentuales respecto del año pasado. No obstante, según Garzón, “si continúa el desfase entre el tipo de cambio y los precios de la economía, el impacto efectivo de la campaña se verá reducido, quedando en un rango de entre 0,4 y 0,6 puntos porcentuales del PBI”.inversión en el sector agrícola”.