El titular de la Oncca, Ricardo Echegaray, mantuvo esta semana un encendido debate con representantes de las entidades agropecuarias.
Ante el anuncio de Carbap que enviarían 2.000 vacas lecheras al matadero en señal de protesta por la situación que atraviesa el sector lechero nacional, Ricardo Echegaray afirmó: “Es una acto irreflexivo, un sabotaje a la producción nacional, aniquilando la base productiva del país”.
El titular apuntó directamente a los representantes de las entidades agropecuarias ya que no dudó en declarar: “A ciertos dirigentes lo único que les importa es su bolsillo y no el desarrollo del sector”, y catalogó la medida de “amenaza repudiable”.
Así, una vez más las partes vuelven a enfrentarse y el diálogo está cada vez más lejos.Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) se indicó mediante un comunicado que ‘si bien la crisis de la lechería argentina es consecuencia de las políticas implementadas por el Gobierno Nacional, la gravedad de la situación en la que se encuentra la actividad requiere una vuelta al diálogo entre los productores, la cadena y el Gobierno’. En este contexto, la confrontación continúa.
Echegaray también le respondió a las declaraciones de CRA cuando afirmaron que la Argentina “es un país de origen poco fiable”, que beneficia sólo a quienes especulan con el precio de los granos, pagándole menos dinero a los productores.
Así es que desde la Oncca afirmaron que durante este año las exportaciones de maíz y trigo crecieron y que “los que hoy reclaman son los mismos responsables de declarar tarde sus cosechas y de perder la ‘oportunidad’, por no estar en regla, de la burbuja especulativa que les ofrecieron los fondos buitres”.
Como si esto fuera poco, el presidente de la SRA, Hugo Luis Biolcati, declaró que las retenciones “son obsoletas, puesto que ya no hay más ganancias extraordinarias, ni siquiera hay ganancias”.Una vez más el Gobierno y las entidades del campo se enfrentan y los acuerdos parece que nunca llegarán.
