Con una sensación térmica que en estos momentos toca los 37 grados, la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano viven otra jornada agobiante. Pero el alivio no llegará en los próximos días: para este viernes, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene la vigencia del alerta amarillo por el efecto que el clima puede tener sobre la salud y advierte que las altas temperaturas seguirán al menos hasta el martes, cuando podrían producirse las primeras lluvias, según publica Infobae.
El alerta amarillo significa que las olas de calor pueden ser peligrosas, en especial para bebés y niños pequeños, mayores de 65 años o con enfermedades crónicas, por lo que se deben adoptar medidas de prevención.
Hasta el momento, sin embargo, no se alcanzó la alerta roja, situación extraordinaria que fue decretada por última vez en los últimos días del 2013. Dicha alerta sólo “se alcanza en situaciones extremas, dentro de una ola de calor extensa y con pronósticos de temperaturas que evidencian la continuidad de la misma”, según aclaró el propio SMN.
De todas formas, no puede descartarse que sea declarada en los próximos días, debido a que los pronósticos vaticinan que habrá temperaturas con máximas por encima de los 36°C hasta el lunes, cuando comenzarán a llegar las lluvias y lloviznas que podrían traer algún alivio hacia el martes.
El jueves, las temperaturas más altas se registraron en la localidad de Victorica, La Pampa (42,1 grados), San Juan capital (40,4), La Rioja capital (40,2), Mendoza capital (40,1) y Laboulaye, Córdoba (38), entre otros, según consignó la agencia de noticias DyN.
El ministerio de Salud porteño advirtió que las altas temperaturas pueden provocar golpes de calor que afectan a personas de cualquier edad, aunque los grupos de mayor riesgo son los niños y mayores de 65 años.
En ese sentido, mencionó como síntomas del golpe de calor el dolor de cabeza, vértigo, náuseas, confusión, convulsiones y pérdida de conciencia, piel enrojecida, caliente y seca, respiración y pulso débil, y elevada temperatura corporal. Ante esos síntomas, sugirió trasladar a las personas afectadas a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo y mantener la cabeza alta.
Para evitar los efectos del calor intenso, en tanto, pidió aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed, no exponerse al sol entre las 11 y las 17, evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas y comidas abundantes e ingerir verduras y frutas. Reducir la actividad física, usar ropa ligera, holgada y de colores claros y permanecer en espacios ventilados o acondicionados, son otros de los consejos del ministerio ante la ola de calor.

