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Soja: un manejo estratégico que puede ayudar a conseguir más rinde en plena seca

La empresa Granados SRL, en el oeste de la provincia de Buenos Aires, ambientó bien su campo y probó con la siembra variable. Obtuvo un 12% más de rinde.

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Por Infocampo

La fuerte sequía en muchas zonas obliga a pensar mejor la estrategia productiva. Con seca, no hay lugar para errores. 

Hugo Mendía (Foto) es el responsable técnico de Ganados SRL, una empresa que produce más de 16.000 hectáreas, entre propias y arrendadas, sobre la franja oeste de la provincia de Buenos Aires, y durante la campaña pasada apostó al manejo variable en soja sobre 28 hectáreas.

El establecimiento “El Amparo” está en Rivadavia (América) y lleva 18 años de siembra directa con un esquema de rotaciones de trigo-soja y maíz-soja. Además, en los últimos años, también incorporaron cultivos de cobertura al planteo.

Asesor tecnico de El Amparo - America - BA

Tomando como base mapas de rendimiento y de índice verde se logró una detallada ambientación de ese lote, que fue sembrado el 20 de noviembre con dos variedades de soja de primera: 18 hectáreas de NS 4309, en bajos de alta productividad, y 10 hectáreas de NS 5028 STS en lomas con mayor porcentaje de arena.

Asimismo, los dos cultivares se sembarron en la misma pasada y con la misma máquina, pero haciendo la prescripción de densidad y variedad específica para cada ambiente del lote.

La densidad de siembra fue de 23 plantas por metro cuadrado en las lomas y de 35 plantas por metro cuadrado en la parte baja. 

“Realmente valió la pena hacer la prueba porque levantamos casi un 12% el rinde habitual de ese lote”, justifica Mendía, considerando que habían adoptado, por primera vez en soja, el “Sistema de Manejo Variable (SMV”), la herramienta digital que Nidera ofrece para hacer recomendaciones de densidad y fertilización específicas para cada cultivar.

Manejo variable

El salto más significativo se logró en las lomas arenosas, donde la estrategia de ajustar densidad con materiales de ciclos más largos y tolerantes a sequía fue la clave del éxito.

Nidera Soja El Amparo

“Normalmente en esas zonas sacábamos entre 1.800 a 2.000 kilos de soja por hectárea. Y en esta oportunidad pudimos lograr 3.200 kilos por hectárea, casi lo mismo que lográbamos en promedio en los mejores ambientes”, grafica el técnico.

“La NS 4309 la conocíamos como variedad de segunda, pero con este resultado podemos confiar que es también una excelente opción de primera”, comenta el técnico, respecto a esta alternativa del Grupo 4. En tanto, la NS 5028 STS, “para nosotros fue un verdadero hallazgo porque descubrimos un cultivar que se adapta muy bien a los suelos más arenosos”. 

A partir del resultado cambiaron las metas y el objetivo es sembrar 119 hectáreas con manejo variable. “Ya tenemos definidos los lotesque se van a concentrar nuevamente en la zona de América”, adelanta el asesor.

El manejo variable, reconoce Mendía, requiere de un “hilado más fino” y un mayor esfuerzo del técnico para obtener el máximo potencial de cada variedad.

Aquí está la clave: fue un aprendizaje productivo, pero la estrategia es repetir también este ciclo complicado por la seca. 

 

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