Una nota periodística realizada por un medio de Buenos Aires, afirma que las compañías transnacionales de tabaco han bloqueado con éxito en la Argentina la sanción de una legislación que controle el uso del tabaco y se imputa a la senadora nacional por Jujuy, Liliana Fellner, de ser la impulsora de los proyectos de la industria tendientes a bloquear la legislación de control del tabaco.
Además, se publicaron declaraciones del ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, quien también se refirió al tema y criticó a la senadora Fellner.
Consultados algunos directivos de la Cámara del Tabaco de Jujuy (entidad que también ejerce la presidencia de la Federación Argentina de Productores de Tabaco que reúne a las siete provincias tabacaleras del país), manifestaron su apoyo a Fellner y plantearon que la cuestión va mucho más allá de los tres aspectos que el ministro pone sobre el tapete y que son la prohibición de fumar en ambientes públicos y privados; severas limitaciones a la publicidad de cigarrillos y la obligación de colocar en los paquetes advertencias sanitarias claras y precisas sobre las consecuencias del hábito de fumar sobre la salud.
Los directivos destacaron que existen elementos para discutir sobre esos puntos, pero más allá de ellos, es claro que la iniciativa presentada en el Congreso por la senadora Fellner apunta claramente a defender a los productores tabacaleros y a la producción tabacalera en sí, que es la principal actividad agropecuaria de Jujuy y de otras seis provincias de las regiones del NOA y NEA.
El propio ministro incurre en contradicción cuando, por un lado, dice que la Senadora defiende a la industria y, por el otro, dice que las autoridades de la industria le manifestaron que estaban de acuerdo con que se advirtiera sobre los peligros que entraña para la salud el hábito de fumar.
El proyecto de la senadora Fellner, apunta a defender los intereses de la provincia que representa, así como también una fuente genuina de trabajo y una industria lícita que tiene muchos años de existencia en ese territorio y que involucra a productores, trabajadores, comerciantes y todo otra persona vinculada directa e indirectamente con la actividad.
También manifestaron que una producción nacional de cigarrillos verdaderamente controlada permite colocar en el mercado un producto mucho más seguro, pues está claro, por la experiencia de otros países, que cuando se quiere avanzar en estrategias de prohibición absoluta, lo único que se logra es incentivar el contrabando y producir el ingreso de productos de dudosa calidad y mucho más perjudiciales para la salud de la población. Por ello es más importante y efectivo trabajar en prevención y control que en establecer una prohibición lisa y llana.
Martín Llanos. Especial para Infocampo
