Mediante la siembra de forrajeras subtropicales con incrementada tolerancia a la salinidad, aseguran que es posible aumentar la oferta de forraje de relativamente buena calidad en cantidad con mejoramiento genético. Experiencias en Panicum coloratum.
Prácticas demostraron la mejora sustancial de las propiedades físicas–químicas del suelo en función del aumento de la permeabilidad y el drenaje interno, reducción de la compactación superficial por el pisoteo animal e impacto de lluvias, disminución del escurrimiento superficial y de presencia de áreas inundables, reducción en el contenido de sales solubles y el pH e incremento en contenido de materia orgánica en el horizonte superficial.
Científicos del CONICET y de la UBA transfirieron un gen clave en las plantas y lograron mejorar el rendimiento en invernaderos. El próximo paso será probarlo en el campo.
La nueva variedad logro una estabilidad de rendimiento de alrededor de 6,5 toneladas en suelos salino-sódicos de Chascomús y Pergamino.
La industria semillera busca nuevos genotipos que sean superadores a los actuales, pero según indican investigadores, muchas veces no identifican el motivo.