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Trigo: en el centro la estrategia está intacta

El trigo es invaluable como antecesor de la soja. El manejo de alta tecnología de dos productores de punta da la pauta que sólo la sequía del año pasado cambió el rumbo.

El trigo es invaluable como antecesor de la soja. El manejo de alta tecnología de dos productores de punta da la pauta que sólo la sequía del año pasado cambió el rumbo.
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Por Infocampo

En el centro bonaerense, la estrategia del cultivo de trigo retoma la vieja senda. Infocampo dialogó con dos productores que apuestan fuerte por el cultivo y que recaen sobre sus virtudes dentro de un sistema de rotación, y le hacen la ‘vista gorda’ a los aspectos desalentadores.

Pablo Spelanzón, productor que hace base en Bragado, en la estancia ‘Don Adolfo’, y que también siembra en localidades vecinas (25 de Mayo, Saladillo, Mercedes, Alvear y Suipacha), mantiene su ‘norte’ con respecto al cultivo de trigo. ‘Siempre apuesto por el trigo y mi estrategia no conoce de cuestiones político-económicas con respecto al cultivo; lo siembro y después busco el mejor momento y comprador, para venderlo’, asegura.

Su posición tomada respecto del cereal se debe a que mantiene una rotación estabilizada, que al salirse de ella relegaría rendimientos.

Por ello esta campaña vuelve con sus 1.000 hectáreas de trigo, las cuales estarán sobre antecesor soja de primera o girasol. En esa superficie, de cuales ya hay resultados de disponibilidades iniciales de nitrógeno y fósforo, nivelará las aplicaciones para lograr de 120 a 150 kg de N disponibles para el cultivo.

El productor se autodefine como un sembrador del trigo, y sólo cuestiones climáticas cambiarían su rumbo. Estos aspectos climáticos, que son favorables en la zona para arrancar con el trigo, también le marcan una conducta preventiva en la estrategia.

Frente a la posibilidad de un aumento en la  superficie del área triguera a nivel nacional y, con un ambiente más húmedo que ayude al desarrollo de enfermedades, el productor presupuestó una segura aplicación de fungicidas.

José Onís, productor de la zona de Saladillo, de la firma Manolo Gaucho, también reserva una fracción importante de su superficie de la campaña 2010/11 para el cultivo del trigo.

‘Como empresa mediana es muy importantes para nosotros el doble cultivo, y nuestra intención es duplicar el área de siembra con respecto al año pasado, no porque la campaña anterior no hayamos querido más trigo, sino que la falta de humedad detuvo las labores al momento de la época de siembra; el trigo nos permite un ingreso a mitad de camino, que mantiene sólida una estructura de funcionamiento empresarial y revaloriza la rotación de los campos propios y arrendados’, sostuvo.

Según el productor, al día de hoy el clima brinda condiciones inmejorables para sembrar, que marcan, en materia tecnológica, una campaña de alta tecnología.

‘Buscamos que el cultivo disponga de 140 unidades de N (se aplica la diferencia como urea luego de los análisis de suelo) y 20 ppm de P, y en algunos casos también aplicamos azufre’, afirmó.

En este sentido, en los establecimientos se hace un seguimiento de cada uno de los lotes, que en función de parámetros como los macroambientes y profundidad de napa, permiten apuntalar si las condiciones climáticas de la campaña son aún mejores con el cultivo sembrado.

Esta es una estrategia de base, que normalmente está desde el arranque, y se apuntala para mejorar los rendimientos y la calidad. De esta manera, el productor no descarta refertilizaciones o nuevas aplicaciones, sobre la que está planificada, para mantener sano al cultivo. Esta sanidad que no sólo es directa para el trigo, sino que, indirectamente, beneficia al segundo cultivo gracias al corte que hace en el ciclo de enfermedades, como la mancha ojo de rana, que sobrevive en rastrojo de soja.

También llevan adelante una diversificación por ciclo que les permite diversificar los riesgos de alguna adversidad climática. En esta zona, en relación a los fertilizantes, se estima volver a la normalidad de aplicar de 130 a 150 kilogramos de urea que la campaña anterior no fue aplicada, ya que había mayores disponibilidades a la siembra. ‘La mayor humedad en los suelos a partir de la primavera permitió mayor absorción de nutrientes en los cultivos de verano, con lo cual al inicio del trigo hay menores disponibilidades’, sostuvo.

El cereal estará sobre antecesores como soja de primera o maíz, aunque Onís concluyó que la siembra sobre el cereal de verano estará más complicada, ya que el maíz tuvo altos rendimientos, y el volumen de rastrojo que dejó en superficie es muy alto, muy distinto del año pasado, que fue sembrado sobre maíces de 35 qq/ha.

Nota publicada en la Edición de Hoy del Semanario Infocampo

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