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Un secado más limpio aumenta la posibilidad al sector yerbatero de volver a exportar a Europa

El INTI realizó ensayos para incorporar pellets de aserrín en el proceso de secado de la yerba. Esto permitiría reducir agentes contaminantes que se generan durante la combustión, en comparación con otros métodos tradicionales.

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Por Infocampo

Para la producción de yerba mate argentina se utilizan dos procesos de secado. El primero es la elaboración tradicional que llevan adelante las grandes empresas y que consiste en la utilización de chips como fuente energética. El segundo es el que se realiza de forma artesanal a través del sistema Barbacuá, donde el tratamiento se consuma con un lento y dedicado método de deshidratación, en el que las hojas son expuestas al calor de fuego de leña durante 10 o 12 horas, y toman así las esencias de un selecto grupo de maderas.

En el marco de un proyecto financiado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate, el INTI realizó una comparación entre el secado tradicional con chips y un proceso que se está empleando actualmente con pellets de aserrín.

Los resultados hasta el momento indicarían que con un porcentaje de humedad bajo (entre 8 y 12%) y granulometrías uniformes (tal es el caso del pellet) se logran combustiones de mejor calidad y con menor contenido de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), por debajo de los valores que exige la Unión Europea para importar.

Dentro de esta iniciativa, la facultad de Ciencias Exactas Químicas y Naturales de la Universidad de Misiones está realizando los ensayos de contenido de benzopirenos y antraquinonas en las hojas de yerba mate.

El creciente interés estos contaminantes alimentarios (HAPs) se debe a sus efectos tóxicos ya probados. Por este motivo, la Unión Europea ha determinado límites restrictivos para el contenido de benzopirenos en diferentes alimentos.

Asimismo, se estableció a partir del 1° de abril de 2016 (reglamento UE 2015/1933), que para su comercialización en países europeos la yerba mate debe contener un máximo de 10 microgramos por kilogramo de benzopireno y un máximo de 50 microgramos por kilogramo de la suma de benzoantraceno, criseno, benzofluoranteno y benzopireno. Se asocia el contenido de estos HAPs en las hojas de yerba al contacto con gases producto de combustiones incompletas en el proceso de secado.

En lo que respecta al uso de pellet, se observó que la tasa de consumo (en kilogramo por hora) es un 32,11 por ciento menor que el consumo con chip. Otro aspecto de interés es que al presentar densidades tan dispares el pellet y el chip, el costo del flete para transportar este último es un 130 por ciento mayor, factor de peso si hay que recorrer grandes distancias con el combustible.