Publicidad Cerrar X

Una docente inició su propia huerta y hoy vende alimentos orgánicos en el norte bonaerense

Conocé la inspiradora historia de Liliana Lira, que pasó de producir hortalizas para su familia y amigos y hoy crece a grandes pasos. Consejos de una emprendedora.

infocampo
Por Infocampo

La historia de Liliana Lira puede servir de inspiración para todos aquellos que todavía no se animaron a producir alimentos en el hogar de una manera sustentable y, hasta en algunos casos, como un ingreso extra a la economía familiar.

Liliana es una docente apasionada por la tierra, y le contó a Infocampo acerca de sus inicios y cómo logró tener hoy en día una producción de hortalizas que ya se comercializan por el boca en boca y a través de internet.

“Vengo de familia de italianos, en mi casa siempre hubo huerta y mi mayor deseo era tener una huerta”, comparte Lili, quien compró junto a su familia una parcela en Capilla del Señor, con el sueño de comenzar lo que hoy se convirtió en El Solaz.

Su trabajo ya tiene 13 años. ”Comencé en la UBA la carrera de Producción vegetal orgánica cuando me jubilé como docente y esto me abrió la cabeza para poder innovar, poner en práctica lo que los profesores me brindaron y las materias me sirvieron muchísimo. Siempre hay cosas para aprender”, comenta.

lili1

Pero no todo fue fácil. En un principio, se encontró con algunas dificultades. “Fueron muchos años de aprendizaje donde en un comienzo la verdura no prosperaba por la falta de agua. También me di cuenta de que el abono era necesario ya que la tierra de acá no era muy buena. Fue todo un trabajo, de prueba y error, que duró muchos años”, asegura Lili.

“Comencé con una pequeña huerta donde producía verdura para mi familia y amigos. Hoy en día tiene un tamaño mayor y no solo lo comparto con mi familia y amigos sino que otras personas me contactan para comprar”, cuenta la productora.

Su espacio se caracteriza por ser una huerta orgánica, donde la producción es libre de agroquímicos. “Fertilizo utilizando distintos elementos, hago compost, humus de lombriz, cascarita de arroz, viruta, guano que me dan las gallinas de campo que tengo y demás insumos naturales”, describe, y señala que al tratarse de una producción de estas características, “las verduras tienen otro gusto”. “De pronto empezamos a diferenciar los sabores: por ejemplo, entre un tomate recién arrancado de la planta y uno de verdulería cosechado hace más días”, se entusiasma.

lili4

En cuanto a las variedades de hortalizas que produce, Lili busca innovar en especies no tradicionales, como por ejemplo mostaza negra, tomates morados o amarillos, para lo que utiliza semillas ancestrales y muchos más. “A cada lugar que voy recorro los viveros y forrajerías para comprar semillas de pequeños productores o en algunos casos me envían semillas de otras provincias e intento adaptarlas a mi huerta (por el clima y suelo)”, indicó.

El trabajo lo realiza en forma manual, sembrando en forma directa a campo o en algunos casos hace plantines en su invernadero. También saca las malezas de raíz y prioriza siempre tener el suelo cubierto para evitar la erosión de la tierra. “El suelo siempre esta con mulching, pasto seco o pasto sembrado”, afirma Lili. El riego que utiliza es riego por goteo, ideal para este tipo de huertas.

lili6  lili9 

Producción libre de agroquímicos

“La elijo porque sinceramente trato de preservar el medio ambiente en todos sus aspectos, como ahorrar energía a través del cuidado del agua, reciclando todo lo que puedo. Es poca la basura que tiramos porque todo es orgánico, va a la tierra o al gallinero. Intento aprovechar que la tierra tenga todos los nutrientes posibles. Incluso hago un té donde pongo todo lo que proviene de las crucíferas como coliflor, brócoli, repollo”, detalla.

lili8

Beneficios de tener una huerta en casa

1. La proximidad desde el momento de la cosecha hasta el consumo. “De esta forma obtengo el mayor de los beneficios que me aportan los vegetales que es la frescura y todos los nutrientes que esa verdura me aporta a la salud”, asegura la productora.

2. La economía. “Puedo lograr una pequeña producción que me resuelve muchas veces la economía familiar ya que tengo algunas verduras que están durante todo el año y me ahorro comprarlas en los comercios”, dice. En otros casos, también es muy demandada por conocidos y vende sus hortalizas. “Los tomates son de estación y si tengo mucha producción los hago en conservas. Me sirve económicamente y energéticamente”, agrega.

3. Tener una dieta variada. “Me hace sentirme bien variar mi dieta incluyendo más verduras y dejando un poco de lado las carnes. Esto me hizo conocer a mucha gente que está luchando por buscar formas saludables en la alimentación, comida sana, alimentación consciente y se ha formado un gran grupo donde la tendencia es alimentarnos mejor y descubrir que hay otros vegetales para cocinar que no son la lechuga el tomate y la papa”, destaca.

4. Actividad terapéutica. “Lo considero así ya que me hace sentir bien el hecho de cultivar la tierra y estar en contacto con la naturaleza. Sobre todo lo recomiendo a las personas que viven solas, o hacerlo con los niños para que vean crecer una semilla. Provoca satisfacción en los pequeños. La idea es que reconozcan los productos, las propiedades que tienen y como se pueden utilizar”, aconseja.

lili10 lili7

Por último, en relación a su huerta orgánica, Lili deja en claro que “no solo la producción orgánica tiene que ver con la no utilización de los agroquímicos, sino también con el cuidar los recursos naturales, el aportar a la tierra, el cuidar el agua. El poder compartir con el otro una experiencia o simplemente compartir semillas o lo que la tierra nos regala”.