Los representantes del Centro de Industrias Lácteas (CIL) y de la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Lácteas (Apymel) aceptaron el requerimiento de un aumento salarial del 22% solicitado por la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra).
Tal como lo habían solicitado los sindicalistas, los industriales concederán una suba del 22% no remunerativa a partir del mes de octubre y dicho incremento se incorporará luego de manera efectiva al salario a partir de diciembre próximo.
La comunicación oficial se hizo esta mañana por medio de una carta que el CIL mandó a los representantes sindicales, quienes habían advertido que podrían lanzar una medida de fuerza a nivel nacional si los directivos de la industria láctea no aceptaban su pedido.
Si bien representantes de Apymel participaron de las negociaciones, la decisión final estuvo en manos de las grandes industrias nucleadas en el CIL.
“A nosotros no nos va a fundir esta suba, pero nos golpeará en algún grado, porue no tenemos los mismos ingresos que las grandes industrias”, sostuvo hoy en diálogo con Infocampo.com.ar Javier Baudino, titular de Apymel Córdoba. “De todos modos, vamos a homologar la suba”, añadió.
Según indicó Baudino, el factor salario tiene mucho mayor peso en las Pymes que en las grandes usinas, dado que éstas requieren un trabajador para procesar entre 6000 y 7000 litros de leche, mientras que una mediana firma láctea necesita en promedio una persona por cada 2000 litros.
“Por cada diez pesos que ingresan, $ 7,0 son para el productor, $ 1,50 para el empleado y el resto para cubrir los costos restantes y la utilidad de la empresa; por eso con esta suba se nos vuelve a mover la estantería”, sostuvo Baudino. La nueva escala de salarios va desde $ 2900 a $ 4500 (valor bruto), dependiendo de la antigüedad y la calificación técnica del personal.
El aumento salarial es uno de los factores de negociación llevados a cabo entre algunas grandes usinas y el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno.
