“Es el desafío que más me ha conmovido en mi vida (ser dirigente de Boca). Para mí, después de mi familia, este club es lo más importante. Junto a Daniel (Angelici) vamos a volver a los tiempos de gloria, queremos que el club vuelva a estar entre los cinco mejores equipos del mundo”, declaraba Oscar Moscariello el 18 de noviembre de 2011 cuando se presentó de manera oficial la fórmula que ganó las elecciones para la presidencia de Boca.
No imaginaba Moscariello aquel día que casi dos años después ese desafío, el de ser vicepresidente del club que lo apasiona, se transformaría en un reto aún mayor: es desde ayer, cuando Daniel Angelici tomó una sorpresiva licencia en su cargo, el presidente del club “Xeneize”.
La decisión del titular extrañó a todos: si bien alegó “cansancio” y “problemas personales”, lo cierto es que su salida se produjo pocas horas después de que aparecieran pintadas amenazantes en La Boca en medio de tensiones en el seno de la barra brava y el malestar por la prohibición a los hinchas visitantes en el fútbol argentino. La leyenda “si no hay acuerdo, habrá balas” fue una especie de declaración de guerra que ya se había planteado el domingo, en el partido ante Racing en La Bombonera mediante una bandera que decía: “Sin visitantes Boca-River no se juega”, advirtieron.
Así, y en medio de apresuradas declaraciones de otros dirigentes en busca de restarle importancia a los trascendidos sobre la posibilidad de que el presidente de Boca abandone el cargo definitivamente, asume en su lugar, según lo prevé el estatuto del club el vicepresidente primero, Oscar Moscariello, un hombre de vasta formación profesional en diversas áreas y reconocido estudioso de la institucionalidad y de los procesos políticos.
Tal es su interés y vocación a los procesos y a la participación ciudadana que en este marco lleva escritos tres libros: El camino de las Leyes (2011), cuyo objetivo, según él mismo explicó “es formar e informar a nuestra sociedad sobre las diferentes cuestiones que hacen a la actividad legislativa de modo didáctico, pedagógico y dinámico”, Manual del Comunero (Alpha Text, 2011), dedicado a la gestión social y a la administración, y Ciudad y Justicia, actualizar la balanza (2013).
Miembro del Partido Demócrata Progresista (milita desde 1986 y desde ese tiempo a esta parte a ejercido varios cargos entre la Cámara de Diputados de la Nación y la Legislatura de la Ciudad), Licenciado en Ciencia Política, y Técnico en Comunicación y Opinión Pública, Moscariello, nacido en la ciudad santafecina de Arroyo Seco en 1952, desarrolla plenamente su aptitud para la política desde su rol parlamentario: como legislador del PRO participa en las comisiones de Presupuesto, Asuntos Constitucionales, Cultura y Desarrollo Económico.
Según publicó Play Fútbol, el nuevo presidente de Boca utiliza activamente la red social Twitter tanto para comunicar las actividades que se desarrollan en el club deportiva e institucionalmente, como para interactuar con los ciudadanos respecto de su función congresista.
Apoya públicamente la candidatura de Mauricio Macri como presidente de la Nación en 2015, marco en el cual presentó días atrás la Línea Federal del Partido Demócrata Progresista para acompañar dicho proyecto. Es considerado, tal como se publicó en el sitio Parlamentario.com, un “artífice del diálogo, los consensos y los acuerdos”.
En el mencionado portal, el propio Moscariello se define “como alguien que asume un compromiso con la sociedad y que quiere mediante la responsabilidad, tratar de hacerlo de la mejor manera posible. Creo que en mayor o menor medida he puesto lo mejor de mí y he tratado de cumplir con esos compromisos y con la responsabilidad que los cargos requieren”.
Hoy tiene ante sí el desafío de comandar el destino de uno de los clubes más importantes de la Argentina y del mundo. En principio, según la licencia tomada por Daniel Angelici, es por apenas una semana. Siete días de gestión que, sin embargo, pueden transformarse en el escenario perfecto para sentar las bases para ocupar la presidencia de Boca de manera definitiva en poco tiempo más.
