Al respecto del anuncio del Gobierno de la quita de subsidios a servicios publicos, el director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, señaló que “estamos de acuerdo con que la gente empiece a pagar lo que corresponde y siempre propusimos que fuera así. Pero lamentablemente se esta haciendo esta corrección en el peor momento. Si a partir del 2004, cuando el crecimiento económico se había consolidado y con ello el aumento de nuestros ingresos, se nos hubiera pedido que parte de ese incremento lo asignáramos a pagar una mayor proporción de aquello que estábamos usando, eso no hubiera significado un sacrificio para la gente. En cambio, se hace ahora que la economía se desacelera e incluso puede tender a una recesión y por ende, nuestros ingresos no alcanzan a subir a la velocidad de una elevada inflación”.
Para Abram esta medida “genera una pérdida de poder adquisitivo de nuestros ingresos a la que ahora se suma la quita de subsidios, lo que genera un cóctel muy amargo”.
Por otro lado, el director ejecutivo de Libertad y Progreso desmintió las afirmaciones de Kicillof en el sentido de que la política oficial de subsidios a los servicios públicos promovió el crecimiento. “Esto es falso, ya que los contribuyentes tuvieron que dejar de gastar para que el Gobierno les subsidiara las tarifas a otros, que pudieron por su lado aumentar sus erogaciones, pero en términos netos el consumo total del país no varió, es decir, ese supuesto crecimiento del que habla Kicillof a raiz de la politica de subsidios no se generó jamas”, destacó el economista.
Para Abram, lo más lamentable de esta política es que en los últimos seis años se usó para despilfarrar 390.000 millones de pesos, que podrían haberse empleado en construir construir 1.180.000 casas o 14.180 km de autopistas, generando más beneficios para la ciudadanía.
Sinceramiento del PBI
Finalmente, con respecto del incremento del PBI para el 2013 del 3%, con respecto al año anterior, dado a conocer por el Gobierno, para Abram es una buena noticia que el Instituto Nacional de Estadisticas y Censos (Indec) haya corregido sus estadísticas para reconocer lo que fue el verdadero crecimiento de la economía el año pasado. “Lo lamentable es que durante 2013, con motivo de mostrar un nivel de actividad que supuestamente volvía a “tasas chinas”, se mostró un aumento del PBI del 4,9%, lo que gatillaba el pago de alrededor de 4000 millones de dólares del cupón PBI (en pesos y en dólares). Ahora pareciera que, ante la falta de recursos para pagarlo, decidimos reconocer la realidad en cuanto al crecimiento. Esto refuerza en el exterior la percepción de que los argentinos somos capaces de manipular nuestras estadísticas, en función de estafar a nuestros acreedores, como lo hicimos con la intervención del Indec a partir del 2007 dibujando el IPC y por ende el índice de actualización CER, con el objetivo de pagar menos deuda”, señaló Abram. Y respecto a que este “ahorro” agregó que“los estafadores suelen ganar mucha plata; pero poca gente está dispuesta a confiar en ellos y, por ende, asociarse o prestarles dinero. ¿Eso es bueno para un país que pretende brindarle crecientes oportunidades de progreso a su gente?”.