El clima que acompañó a los cultivos invernales tuvo un comportamiento errático en relación a las precipitaciones. Esto, sumado al paro agropecuario y a la escasa relación entre los costos y los beneficios de producir trigo, determinó un inicio de campaña desprolijo temporalmente.
Esta anormal condición climática se asocia a la disminución de la influencia del evento Niña, que comenzó a mediados del año pasado.
Descriptivamente, observamos que retrasar la fecha de siembra de los ciclos largos y cortos no redunda en mayores rendimientos.
Año Ñino/Niña o neutro. Existe una asociación entre las temperaturas de las aguas del Pacífico ecuatorial y la distribución de las precipitaciones en distintas zonas del mundo, entre ellas la nuestra.
Cuando se produce un calentamiento mayor a medio grado por encima del cero de la superficie oceánica, la cantidad de días pampeanos con precipitaciones aumentan (años Niño). En cambio, cuando desciende en igual magnitud, los días con lluvias son menores (año Niña).
El análisis. El asesor técnico del Rodas, el Ing. Agr. Martín Vázquez, evaluó las últimas cuatro campañas de fina, las cuales presentaron distintos regímenes pluviométricos: años Niño (2004 y 2006), Neutro (2005) y Niña (2007). Se tomaron tres localidades representativas: Marcos Juárez (sub-región II Norte), Plá (sub-región II Sur ) y Balcarce (región IV).
En cada uno de estos ambientes, y para cada año, se seleccionaron cuatro variedades de trigo de ciclo corto (CC) y cuatro de ciclo largo (CL), las cuales alcanzaron los mayores rindes cuando fueron sembradas en dos fechas de siembra (FS).
Los rendimientos de las variedades de CC y CL tendieron a agruparse de acuerdo a la localidad y régimen climático explorado, presentando similares respuestas en el rendimiento frente a cambios en la FS (Figura 1). El atraso de la FS afectó el rendimiento tanto de las variedades de CC como de CL.
En los años con régimen Niño se registraron las mayores caídas en el rendimiento ante atrasos en la fecha de siembra, principalmente en el caso de los ciclos cortos.
En los años Neutro y Niña, el atraso de la FS tuvo en general un menor impacto sobre el rendimiento (los puntos más próximos a la relación 1:1 -Figura 1-) en Plá y Balcarce, mientras que en Juárez tuvo un descenso significativo.
En todas las localidades y para ambos ciclos, el rendimiento fue mayor con un año Neutro. De esta manera, podría suponerse que en años donde la distribución de lluvias anuales es media, los requerimientos hídricos se ajustaron mejor a a los componentes involucrados en la generación del rendimiento final.
Pablo Losada
