Las negociaciones de una misión de empresarios y funcionarios del Gobierno local en Brasil para permitir el ingreso a aquel país de más de 6 millones de latas de duraznos que estaban trabadas resultaron fructíferas, según publicó el diario Los Andes.
Se trata de parte del cupo comprometido a fines de 2011 y que, debido a las trabas comerciales, terminó frenado, perjudicando a los exportadores mendocinos de un sector económico que sufre serios problemas de competitividad.
El encuentro realizado en Porto Alegre, convocó a representantes empresariales, a integrantes de la Cámara de la Fruta Industrializada (Cafim) y de la Federación Plan Estratégico del Durazno Industria (Fepedi) quienes, acompañados por funcionarios del Ministerio de Agroindustria, se reunieron con miembros del Sindocopel (Sindicato de Dulces y Conservas de la ciudad de Pelotas), fuerte entidad empresarial de Río Grande do Sul y autoridades gubernamentales brasileñas.
Según productores e industriales, esta situación dará aire al sector del durazno industrializado, aunque todavía habrá que esperar que se concreten las transacciones.
En noviembre de 2011, exportadores locales firmaron con los comercializadores brasileños un “pacto de caballeros”, tal como lo denominaron las partes, por el cual aquel país se comprometía a permitir el ingreso de 10,5 millones de latas de duraznos en conserva, garantizando así la fluidez del mercado.
Pero el intercambio se vio perjudicado cuando el Gobierno brasileño tomó represalias ante las trabas argentinas a la importación, impulsando licencias no automáticas a los productos mendocinos que pretendían ingresar.
“En marzo de este año, las licencias no automáticas se superpusieron al acuerdo firmado y se frenó la entrada de duraznos a Brasil”, explicó Raúl Giordano, presidente de la Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim).
“Este año, con las licencias, se comprometieron unos 20 millones de latas, pero sólo ingresaron 3,7 millones”, confirmó Giordano.
Con ese escenario, lo que debía ser una vía comercial armónica se transformó en un camino de forcejeos para los exportadores por concretar ventas. “Las licencias no siempre son respetadas en Brasil”, señaló Giordano al explicar que, al demorarse el ingreso, los compradores deciden adquirir las latas a otros vendedores.
Efectivamente, si bien hay pactos comerciales, al no estar la mercadería y no haberse producido ningún pago, los compradores deciden acudir a otros ámbitos. Ésa es la razón por la que las exportaciones de duraznos de Chile crecieron en Brasil un 400% este año.
“Brasil no es el mercado habitual de Chile, pero como no tiene trabas puede ingresar más fácilmente”, señaló Luis Centinelli, de la firma Cartellone, uno de los empresarios que viajó a Brasil.
Centinelli destacó que lo que se logró en Brasil fue la firma de “un anexo” del acuerdo signado el año pasado, con el fin de que se respete el cupo comprometido de al menos 10 millones de latas. Para la visión del Gobierno provincial, el encuentro en Porto Alegre logró “descomprimir” la situación. Así lo aseguró el ministro de Agroindustria, Marcelo Barg, quien se mostró satisfecho por los resultados.
“Lo que se buscó fue dar soporte institucional y político a una cuestión privada complicada”, señaló Barg, tras destacar que “lo importante fue que se reafirmó el acuerdo”.
Desde el empresariado la satisfacción existe, pero con recato. “Cuando las latas salgan podremos estar tranquilos”, señaló Centinelli, atento a que no todo está dicho en la negociación.
En la Fepedi opinaron de manera similar. “Hay que esperar. Es un acuerdo que tiene que avanzar”, indicó un representante de los industriales de esa federación.
“La noticia es para ponerse contentos, porque ha sido un año muy duro. Pero es necesario tener cautela”, sintetizó Centinelli.
