El ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, defendió la “presencia del Estado” y su capacidad de “intervención” frente a “las irregularidades del mercado”, y bregó por “terminar con la imagen de la Argentina granero del mundo” para “seguir el camino de la Argentina proveedora de alimentos” industrializados y con agregado de valor.
Casamiquela brindó además “el decidido apoyo del ministerio a la agricultura familiar” porque representa “el sesenta y cinco por ciento de los productores de la Argentina y es la que da amplia garantías de soberanía y seguridad alimentaria, ocupación territorial, desarrollo familiar y trabajo en el campo”.
El titular de la cartera de Agricultura participó junto a su equipo de la Primera Jornada Nacional de Trabajo sobre Industrialización y Nueva Ruralidad, que se realizó en la localidad santafesina de Máximo Paz.
Formaron parte de la comitiva oficial su jefe de Gabinete, Héctor Espina; y los secretarios de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Gabriel Delgado; de Coordinación Político Institucional y Emergencia Agropecuaria, Javier Rodríguez; y de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, Carla Campos Bilbao.
El anfitrión del encuentro, que reunió a más de 500 personas en cinco talleres temáticos, fue el presidente comunal de Máximo Paz, Iván Camats; también participaron el ministro de la Producción de Santa Fe, Carlos Fascendini, y el coordinador del Grito de Alcorta y ex dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Pedro Peretti.
Según publicó El Portal Agropecuario, Casamiquela entregó financiamiento por 8,5 millones de pesos a 21 presidentes comunales de la provincia de Santa Fe destinados a proyectos productivos que procuren la industrialización de materias primas y la incorporación de valor agregado en origen.
“Nuestra presencia acá tiene un sentido claro de posicionamiento político que es el apoyo de los pueblos del interior”, dijo el ministro, tras recorrer un matadero y un semillero locales.
Agregó que los recursos entregados representan “la posibilidad de que los pueblos tengan el empujón inicial para revisar la estructura productiva y poder establecer un modelo de esperanza y de trabajo, para nuevas alternativas de producciones”.
Enfatizó que “el Estado tiene que estar presente, pero con presencia concreta y de los tres niveles”, y recordó que “cuando el mercado fue libre y decidió así terminamos, todos al borde de la disolución nacional”.
Por último, el ministro sostuvo: “Tenemos que terminar con la imagen que los más viejos tenemos y que los más jóvenes la han escuchado, de la Argentina granero del mundo; tenemos que seguir el camino de la Argentina proveedora de alimentos, donde la transformación de la materia prima genere valor agregado en origen, genere mano de obra, trabajo para los jóvenes y procesos de integración del campo hacia la ciudad”.
El jefe comunal Camats dijo que “hay un gran esfuerzo del gobierno nacional para mantener vivos los pueblos” del interior y remarcó que “los chacareros sin un Estado presente no resisten el liberalismo económico”.
