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Chacras que se integran a la producción

En el establecimento se trabaja en trigos doble propósito, engorde invernal bovino y ensayos comparativos en híbridos de sorgo y pasturas. En Coronel Suárez, las líneas de trabajo apuntan a la complementación agroganadera.

En el establecimento se trabaja en trigos doble propósito, engorde invernal bovino y ensayos comparativos en híbridos de sorgo y pasturas. En Coronel Suárez, las líneas de trabajo apuntan a la complementación agroganadera.
infocampo

El sistema de chacras experimentales en la provincia de Buenos Aires dio sus primeros pasos en 1987, con un establecimiento integrado entre el Inta y el gobierno bonaerense, en la Chacra Experimental Barrow, en Tres Arroyos. En la actualidad, la red de chacras experimentales del Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense se completa con nueve establecimientos, situados en Patagones, Miramar, Belloq (Carlos Casares), Chascomús, Tres Arroyos, Carhué, Coronel Suárez, Olavarría y Gorina. A estas chacras experimentales debe agregarse el apiario Bover, en General Belgrano, que produce y exporta abejas reinas.

Las chacras de Patagones, Olavarría y Chascomús tienen un marcado perfil ganadero. Barrow, Coronel Suárez y Carhué están volcadas a la producción agrícola-ganadera, Mercedes a la producción frutihortícola y Gorina a la producción hortícola.

Infocampo visitó la Chacra Experimental Coronel Suárez, que cuenta con una superficie de 360 hectáreas, y un personal de siete empleados. En la actualidad, su línea de trabajo se divide en tres puntos: el trabajo con trigo de doble propósito, engorde invernal con verdeos de invierno y silaje de sorgo y comparación de cultivares de forrajeras. En trigos doble propósito, los trabajos realizados miden la intensidad de pastoreo sobre la producción de carne, fechas de siembra e intensidad de uso en forraje. Martín Arzadún, responsable del campo experimental Coronel Suárez, señaló que el trigo doble propósito es un aporte a los sistemas mixtos de la región, al disminuir la competencia entre ganadería y producción de granos: “Para evaluar resultados, implementamos una red en localidades de Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Buenos Aires”.

En promedio, estos cultivos alcanzaron una producción de 3 toneladas de forrajes y 2,5 de granos.

En engorde invernal con verdeos de invierno y silaje de sorgo, se realizan ensayos destinados a estudiar diferentes formas de alimentación invernal, considerando la distribución estacional del forraje de distintos verdeos y la suplementación con granos.

Arzadún explicó que con un manejo adecuado, se puede incrementar la carga por hectárea entre un 40 y 60%, con una ganancia de peso diaria de 700 a 800 g, y una producción de carne de 170 a 200 kilos/ha. “El uso del silaje estabiliza la producción ganadera, elevando la carga animal en invierno”, sostuvo Arzadún.

En el autoconsumo de silaje de sorgo, los animales tienen acceso libre a un frente de silaje, y reducen las horas de pastoreo. Arzadún explicó que en una segunda instancia, se estudian los efectos de la calidad y cantidad de forraje y las alternativas de manejo horario. “En la región, esta modalidad de consumo se está incorporando con frecuencia”, destacó.

La tercera línea de trabajo es la comparación de híbridos y variedades forrajeras. Se han realizado ensayos comparativos de variedades de pasturas perennes, y de híbridos comerciales de sorgo. Con esta información, se desarrolló una curva de producción estacional de diferentes materiales. “En híbridos de sorgo, se evaluó su uso para la confección de silajes”, destacó.

Andres Lobato

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