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Científicos de Zaragoza aseguran que comer carne sirve para adelgazar

La clave: "Incluir como máximo 200 gramos al día de proteínas (como carne magra de vacuno o pollo, pescado o lácteos descremados), hidratos de carbono (cereales), además de dos piezas de fruta al día y una ración de verdura", asegura el estudio.

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Por Infocampo

Investigadores del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza comprobaron que las dietas ricas en proteínas, es decir con carnes, lácteos y legumbres, ayudan a adelgazar más que otras más bajas en contenido proteico, publicó el diario español ABC.

Si bien ya se conocían los beneficios de estas dietas -porque producen más saciedad, aumentan el gasto de calorías para digerir los alimentos y mantienen mejor la masa muscular aún con la pérdida de peso-, se desconocía qué cantidad de proteínas era la ideal que debería seguir un adulto con sobrepeso u obesidad.

El estudio se realizó el año pasado cuando se pusieron a régimen a 91 mujeres, con una edad media de entre 40 y 45 años y que presentaban sobrepeso u obesidad. Los investigadores hicieron la selección entre más de 800 voluntarias que respondieron al llamamiento del Servet para desarrollar esta investigación -realizada por las nutricionistas Victoria Marco Benedí, Rocío Mateo Gallego y Sofía Pérez Calahorra, y liderada por Fernando Civeira Murillo, catedrático de Medicina de la Universidad de Zaragoza y jefe de la Unidad de Lípidos y Arteriosclerosis del Servet-.

Más proteínas, menos kilos
Según publicó ABC, el grupo fue dividido en tres en forma aleatoria para seguir un régimen durante doce semanas. Las mujeres del subgrupo Uno tomaron una dieta con 35% de proteínas; al subgrupo Dos se le asignaron dietas que contenían 27% de proteínas; y al número Tres, 20%.

Los resultados finales indicaron que las integrantes del primer grupo perdieron en promedio 10,7% de su peso; el Dos adelgazó 9,7%, y el grupo Tres disminuyó una media de 8,2% de su peso.

Las consignas: incluir como máximo 200 gramos al día de proteínas (como carne magra de vacuno o pollo, pescado o lácteos descremados), hidratos de carbono (cereales), además de dos piezas de fruta al día y una ración de verdura. Una dieta que se variaba cada quince días para evitar la monotonía.

Tras tres meses siguiendo este régimen, además de perder peso, las mujeres ganaron en salud. Por ejemplo, disminuyó su tensión arterial, mejoraron los niveles de colesterol y de glucosa, además de otras variables del metabolismo. Estas mejoras fueron más llamativas en el grupo del 35 por ciento de proteínas.

Los expertos también han observado que la actividad física es fundamental para la pérdida de peso. Las mujeres tuvieron que seguir unas restricciones dietéticas, pero también se comprometieron a aumentar la actividad física de acuerdo con su edad, condición física y nivel de ejercicio previo al estudio. Y es que el sedentarismo es el mejor aliado de la obesidad, según demuestran los estudios.

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