La incorporación de riego mecanizado en cultivos extensivos (soja, trigo, maíz,) permite elevar la productividad y dar mayor estabilidad a los rindes, permitiendo un horizonte más seguro para el negocio agrícola. Según estimaciones privadas, de las 1,30 millón de hectáreas que se riegan hoy en el país mediante distintos sistemas (gravitacional, goteo, aspersión), 250.000 se riegan por pivot central.
“Las ventas de los equipos de riego tienen un efecto serrucho. Crecieron a mediados de los noventa, con un pico en 1996 y luego registró una caída hacia 2001, cuando volvió a despegar. Tuvimos un muy buen 2004, con una merma en 2005 y un repunte en 2006. Las ventas acompañan el precio de los commodities; si no tuviéramos retenciones venderíamos mucho más”, explica Pasman, y agrega que su empresa capturó el 85% del mercado el año pasado. Los precios para la incorporación de esta tecnología varían de u$s800 la hectárea para el sistema transportable a u$s1.500 por unidad para los equipos fijos. También ofrecen equipos de riego lineal (que cubren áreas rectangulares), pero son los menos demandados. Las mayores ventas se concentran en la Región Pampeana, en el NOA, NEA y Cuyo. En Inta Manfredi, Aquiles Salinas, técnico a cargo del área de Riego, indicó que los valores para la colocación del sistema que manejan en esta provincia rondan los 1.000 u$s/ha. San Luis y Córdoba van a la cabeza con esta tecnología. Según una estadística realizada por Inta Manfredi, en diciembre de 2004 existían 76.820 ha bajo riego suplementario con pivot central en Córdoba y hoy estiman que se superaron las 100.000 ha. Pasman y Salinas coinciden en que ante la escasa oferta de campos o la imposibilidad de comprar nuevas tierras, los productores apuntan a un crecimiento vertical.
¿Y qué pasa con la rentabilidad? La respuesta de Salinas es contundente: “Si al margen bruto del riego le restamos el del secano, con la diferencia de producción se paga la inversión”. Para ampliar información sobre el tema:
www.riego.org.ar (sitio Inta)