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Diez recomendaciones para el uso estratégico del forraje en época de sequía

Ante la falta de humedad registrada en varias regiones productivas del país, la Asociación Argentina de Consorcios de Experimentación Agrícola (AACREA) dio a conocer un trabajo, donde se destacan diez recomendaciones prácticas para el uso estratégico de grano y rollos en la alimentación del ganado vacuno, procurando no perder la efectividad en el manejo de las diferentes categorías.

Ante la falta de humedad registrada en varias regiones productivas del país, la Asociación Argentina de Consorcios de Experimentación Agrícola (AACREA) dio a conocer un trabajo, donde se destacan diez recomendaciones prácticas para el uso estratégico de grano y rollos en la alimentación del ganado vacuno, procurando no perder la efectividad en el manejo de las diferentes categorías.
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Por Infocampo

Las limitadas lluvias del otoño e invierno de 2005 motivaron a la entidad a formular una serie de sugerencias para “dar alimentación diferencial a la hacienda, según la edad y el estado corporal de los animales”.

En el caso de los rodeos de cría, la falta de forraje se presenta en un estado de avanzada preñez o en parición, con altos requerimientos nutricionales.

En este contexto, AACREA destacó que “un primer paso básico sería clasificar las vacas de cría separando las que se ven más sufridas, las de preñez adelantada y las recién paridas para ofrecerles alimentación diferencial”.

En segundo lugar, el trabajo propuso “recalcular la receptividad total del campo en la nueva situación, y admitir que será necesaria una reducción de la carga animal con relación a otros años”.

Este proceso podría concretarse con la clásica medida de eliminación de las vacas vacías al tacto, “pero debe ser complementada con la venta de los toros que no hayan quedado en condiciones después de la estación de servicio”, aclaró la entidad.

Ahora, si se trata de un campo de ciclo completo, en el que ya se han cargado los novillos gordos, “habrá que poner la lupa en los próximos a terminación y decidir, en cada caso, si vale la pena agregar los últimos kilos con grano o venderlos en el estado en que se encuentran, antes de que sigan perdiendo peso en pleno invierno”.

En el caso de que hiciera igualmente falta la suplementación de las vacas, AACREA recomendó recurrir a los rollos y al grano de maíz, entre otras alternativas.

“En el primer caso habría que suministrar no menos de 8-10 kilos por día y por vientre de un material de buena calidad para cubrir los requerimientos de mantenimiento. Si el productor dispone de grano de maíz, como regla general habría que hablar de tres-cuatro kilos por día, luego de un período de acostumbramiento combinado con rollos”.

Además de mejorar la alimentación, en las actuales condiciones de estrés del rodeo “habría que reforzar la sanidad y cumplir con todas las vacunaciones de rutina de los vientres y hacienda en recría, en la que no hay que olvidar las desparasitaciones”, enfatizó.

Tropas de invernada

Partiendo de la base de que en un campo de invernada pueden haber novillos próximos a terminación, novillitos en recría y terneros, y entendiendo que la escasez de forraje impediría alimentar bien a todos los animales, el informe sugirió realizar diferenciaciones.

Para los novillos próximos a la terminación, que son los que consumen más pasto, “se deberían hacer los máximos esfuerzos para acortar su estadía en el campo”.

Si el establecimiento no vende novillos para exportación, “la opción más sencilla es encerrarlos en un corral para alimentarlos con una porción pequeña de alimento balanceado -por ejemplo 10%- y grano hasta alcanzar el peso de faena”.

En cambio, si el campo tiene como objetivo producir animales para enviarlos a los destinos que no permiten confinamiento, pero si la alimentación pastoril con suplementación con grano, “los animales podrían pastorear por horas el mejor pastoreo del establecimiento -probablemente un verdeo de invierno o una pastura en este momento- y complementar la alimentación con grano de maíz”.

En el caso de los novillitos de peso intermedio (300-320 kilos) y que deben ganar por lo menos 100 kilos para su terminación, los especialistas de AACREA recomendaron restringir la categoría, “apuntando al mantenimiento del peso hasta septiembre – octubre. Con ese propósito pueden ser ubicados en las pasturas de especies más duras, en los bajos y rastrojos (propios o alquilados), con un suplemento diario de dos o tres kilos de rollo por día en las situaciones más desfavorables”.

Para los terneros destetados, animales que deben ser cuidados en extremo para no comprometer la productividad del campo en 2006, “pueden recibir buenas praderas por horas y grano a razón del 1,3 – 1,5% del peso vivo para que no pierdan kilos y no detengan su desarrollo”.

Independientemente del manejo de las distintas categorías en engorde y de las sugerencias técnicas, AACREA resaltó que “gran parte de los invernadores deberá bajar la carga en 2005 y aceptar que su producción de carne se resentirá hasta que se recomponga la producción de forraje y reservas” y efectuar las modificaciones correspondientes.

Finalmente, la entidad recordó que la seca dejará secuelas profundas en el sistema forrajero, mucho más luego del fuerte ataque de pulgón que registraron las alfalfas este año.

Por este motivo, “muchos verán disminuida la productividad de las pasturas antes de lo esperado, según la rotación, lo que deberá ser tenido en cuenta en la siembra de praderas nuevas en 2006”, concluyó.

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