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Diversificar para crecer en la Argentina

Nacida en 1940, Zeni decidió diversificar sus áreas de influencia en el sector agroindustrial como la ecuación de supervivencia ante los peores altibajos económicos del país.

Nacida en 1940, Zeni decidió diversificar sus áreas de influencia en el sector agroindustrial como la ecuación de supervivencia ante los peores altibajos económicos del país.
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Por Infocampo

La empresa comenzó como una corredora de cereales, y a lo largo de sus 65 años de trayectoria fue incorporando actividades ligadas a otros subsectores agroindustriales (ver recuadro).

Esta estrategia estuvo sustentada en el convencimiento de que la difersificación es el único camino para aspirar al crecimiento, en un país donde la previsibilidad es un bien escaso.

Para poder interactuar entre lo positivo y lo negativo que otorga este país “tenés que estar tremendamente preparado para los cambios que se producen, como las retenciones en ganadería o el mismo tema de la aftosa, que nos cambió las reglas del juego de un día para el otro”, reconoció a Infocampo Conrado Porta, director de Zeni.

El empresario consideró que la receta (si se puede decir que existe alguna en la Argentina) es “ir con mucha prudencia, con los ojos muy abiertos y muy despacio”.

Esta condición de buen caminante debería complementarse con la diversificación: “Este fue uno de los secretos para seguir creciendo. Además, como todas las empresas de este país, se requiere una fuerte dosis de coraje y, en momentos muy difíciles, seguir apostando por el país”.

Para Porta, el problema es el mismo que para cualquier empresario argentino: “Uno puede hacer un número en un momento pensando que va a cerrar y al año próximo no se sabe. Ahí es donde a uno le sale el coraje”.

Es público que el sector ostenta -y con creces- esta condición de valor, pero para el ejecutivo de Zeni la combinación de todos estos factores es lo que permite el triunfo y el crecimiento y mencionó ejemplos de “empresas que persiguen estas formas, como Deheza, Arcor o Vicentín”.

Aclarada la concepción básica de Zeni en cuanto a la denominación de origen de la firma (el 100% de su capital es nacional y de origen familiar), entra en juego su concepción de la capacitación y el funcionamiento de su personal.

“La firma apuesta muchísimo al desarrollo humano de quienes se desempeñan en ella, lo que ha posibilitado formar muy buenos grupos de trabajo”, explicó el apoderado Andrés Ponte.

De hecho, Zeni tiene unos 600 empleados, y es la primera y única firma es certificar normas ISO en su desarrollo administrativo y comercial. En el sector corretaje, además, obtuvieron la certificación ISO 9001-2000. “La estrategia es ser tremendamente eficientes”, dijo -categórico- Porta.

Ahora, si hay algo que uniría a Zeni con una gran cantidad de empresas agroindustriales argentinas es su visión del Gobierno y las reales dudas del futuro del sector.

“Yo no tengo dudas del perfil agroexportador argentino, de lo que sí dudo es si el Gobierno entiende cuál es la importancia y el rol de la agroindustria argentina como motor de la economía”, enfatizó Porta.

Para los directivos de Zeni “las dudas sobre el futuro están fundadas en el desconocimiento de si el Gobierno le da a la agroindustria el lugar que merece. Temas como las retenciones o las modificaciones de situaciones impositivas hacen temer el futuro. La incertidumbre es grande”, reiteró el directivo de una de las principales corredoras de cereales de la Argentina, con operaciones en todos los mercados disponibles.

Sectores. En el área forestal, Zeni sumó recientemente a su planteo productivo la industrialización maderera, con producción de molduras y tablas para la exportación. A su vez, explotan un planteo de cría de 10.000 cabezas bovinas en Esquina y un feedlot en Marcos Paz, provincia de Buenos Aires.

“En el año 2005 fuimos el principal vendedor de hacienda en Liniers”, especificó el directivo.

Además, la firma posee una pequeña industria aceitera en Rafaela y “estamos desde hace unos años incursionando en el negocio del citrus en Corrientes”, destinado a la exportación e industrialización.

De pequeña empresa de servicios a líderes

Zeni fue fundada en 1940, y desde entonces mantiene su espíritu de empresa familiar, con un fuerte sentido de responsabilidad social empresaria. El desvelo de la empresa es la constante capacitación de sus empleados y el desarrollo profesional de sus grupos de trabajo.

Zeni amaneció como una pequeña empresa de servicios, que fue creciendo hasta llegar a transformarse en una de las principales compañías de corretaje de granos del país.

El proceso de diversificación comenzó lentamente en los años 60, con una pequeña industria aceitera.

En los 70, se incorporan los campos de cría ganadera en Corrientes (los campos están al sur del anillo sanitario impuesto por los focos de aftosa) y en los 80 llegó el turno de la forestación.

Finalmente, en los 90, y acompañado por la peor crisis económica que vivió la Argentina, Zeni decidió incorporar a su planteo empresarial a la citricultura. En la actualidad, cuenta con 140.000 plantas de distintas variedades de naranja, limón y mandarina.

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