La Reserva Federal de EE.UU. (FED) anunció ayer domingo a última hora un recorte de un cuarto de punto porcentual de la tasa de referencia para créditos interbancarios (Discount rate) para ubicarla en 3,25% anual (hacía más de 30 años que la FED no tomaba una medida de emergencia durante un fin de semana).
También anunció un programa con una nueva línea de crédito directo a corto plazo para grandes bancos de inversión (muchos de los cuales son controlantes de la FED). El objetivo, en este caso, sería evitar que sigan cayendo más gigantes financieros (como es el caso de Bear Stearns, el banco de inversión que desapareció en unos pocos días y será comprado por “monedas” por JP Morgan Chase & Co).
La medida inyectará una nueva ola de liquidez en el mercado financiero. Esto, en el corto plazo, es favorable para el mercado de commodities, dado que agrava la creciente desvalorización del dólar estadounidense y promueve la huida de capitales desde los activos financieros hacia los contratos de materias primas.
Sin embargo, en el mediano a largo plazo la oferta creciente de dólares en el mercado mundial es insostenible, dado que, al estar dolarizados todos los productos básicos de la economía mundial, tal fenómeno genera una creciente inflación en todas las naciones del orbe (y la inflación sostenida, a la larga, hace explotar a cualquier sistema económico)
De hecho, muchos operadores especulativos con posiciones compradas en el mercado de commodities agrícolas de Chicago (CBOT) comenzaron a liquidar hoy de manera masiva contratos para hacerse de efectivo y compensar así las importantes pérdidas que se están registrando en el mercado financiero estadounidense (Nyse y Nasdaq) y las bolsas de valores de los principales mercados europeos y asiáticos.
Fuente: Bloomberg

