Lo que empezó como la búsqueda de soluciones a un problema particular se convirtió en un negocio que hoy encuentra cada vez más adeptos.
Todo comenzó cuando Hugo García instaló un criadero de cerdos en la localidad bonaerense de Marcos Paz (a 50 km de Capital Federal) y el tratamiento de efluentes era un tema más que preocupante, entonces le buscó la vuelta, se asesoró e instaló biodigestores para convertir los desechos animales en biogas.
Hoy este emprendimiento lleva el nombre de Biometanos del Sur y se encarga exclusivamente de asesorar e instalar biodigestores en los criaderos de cerdos.
“Cuando arrancamos a instalar el biodigestor en nuestro criadero porcino todo el mundo decía que no iba a funcionar y por suerte les pudimos demostrar que se equivocaban. También encontramos otros beneficios además de la generación de energía sino que solucionamos el tema de los olores y las moscas que son dos cuestiones ambientales que preocupan bastante”, detalló Juan Pablo García Delfino, gerente técnico comercial de Biometanos del Sur.
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