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En sur entrerriano, la siembra temprana es la mejor alternativa

Germán Coletti, productor en el sur de la provincia, detalla su estrategia de manejo y justifica por qué esta fecha es mejor que la tardía allí.

Aapresid: advierte que además de la siembra directa, aun hay que mejorar en cultivos de servicios y siembra de gramíneas
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Por Infocampo

Las siembras tempranas son casi una necesidad en Entre Ríos. Así lo considera Germán Coletti (foto), que junto a su socio encabezan Agro Red, una empresa que produce sobre campos alquilados de Gualeguaychú y Concepción del Uruguay. 

El productor cultiva 6.500 hectáreas que, normalmente, se destinan en un 70% a la siembra temprana de soja y maíz, contra el 30% de cultivos tardíos. Excepto esta campaña, donde las siembras tempranas ascienden al 90% de la superficie.

“Los tardíos se nos vienen complicando sobre todo por el avance de las malezas y el costo para controlarlas”, explica el productor.

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Es un problema ya que en los últimos años ha aumentado significativamente el costo de inversión por hectárea. “Más aún en la soja, donde no estábamos acostumbrados al uso de preemergentes y hoy tenemos que hacerlo en el 100% de la superficie”, aclara.

Por este motivo,  han comenzado a incorporar dentro de su plan de manejo a los cultivos de cobertura.

En esta zona, el rinde promedia los 6.500 kilos por hectárea en maíz, mientras que para trigo oscila entre los 3.200/3.500 kilos. En tanto, la soja de primera tiene un rinde promedio de 2.600 kilos por hectárea y la soja de segunda varía entre los 1.800 y 2.000 kilos.

Otra de las razones que lo llevan a optar por la siembra temprana es la época de cosecha de los cultivos tardíos. “Normalmente, cae en los meses de junio y julio, con muy bajas temperaturas, por lo que terminamos yendo a secado artificial del grano”, asegura.

Germán Coletti Productor de Nidera

El otro extremo, el calor del mes de enero suele ser un problema con temperaturas que alcanzan los 40 grados: “Se presenta una semana con esa temperatura y la tasa de rendimiento del maíz se viene abajo”.

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Otra aspecto importante, que hace a la diferencia entre siembras tempranas y tardías, es la nutrición vegetal. En el sur entrerriano, hay un bajo nivel de fósforo, que oscila entre 7 y 8 partes por millón (ppm), aunque Coletti reconoce que puede haber lotes más descansados y rotados con ganadería donde ese nivel se eleva a 15 ppm.

De esta manera, la fertilización se vuelve una pieza fundamental, con un esquema base que se apoya en 100 kilos de fosfato monoamónico y 180 o 200 kilos de urea y nitrógeno.

GENÉTICA

Cuando de variedades e híbridos se trata, el productor elige a Nidera. En maíz, la mayor porción se la lleva el AX 7822, que resalta por su potencial, características agronómicas y un excelente comportamiento sanitario. Sin embargo, la sorpresa el año pasado fue el AX 7761, con el que lograron rendimientos pico de hasta 13.000 kilos por hectárea. Este se trata de uno de los materiales con mayor potencial de rendimiento del mercado. Este año, Coletti incorporó dos nuevos híbridos de la compañía: el el NS 7917 y el NS 7818 VIP3.

En el caso de soja, el productor opta por el NS 5419 IPRO, de grupo 5 medio, que se destaca por su buena adaptación y estabilidad.  A todo eso se le suma la tecnología IPRO y su perfil sanitario, con resistencia a Mancha Ojo de Rana, phytophthora y cancro.