La posibilidad de un subsidio a la leche al consumo y la obligatoriedad de todas las plantas que exportan de volcar una alícuota de la materia prima que reciben dentro del país, son dos de las vías de solución que siguen en carrera para asegurar el abastecimiento interno sin afectar el equilibrio de competitividad entre todas las empresas, según informó hoy un artículo del diario uruguayo El País.
Ayer se cumplió una primera reunión de carácter técnico y político entre un equipo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), encabezado por el director de la Oficina de Programación y Políticas Agropecuarias (Opypa), Martín Buxedas, y otra de Economía y Finanzas (MEF), entre las que se encontraba el director del Área Macroeconómica de esa cartera, Fernando Lorenzo.
Fuentes participantes en la reunión dijeron a El País que aún no se ha descartado ninguna de las fórmulas propuestas inicialmente y que se espera que para mediados de la próxima semana se esté en condiciones de formular una primera hipótesis de solución.
Según las fuentes, lo único que está claro es que el precio que se conoce como leche cuota ya dejó de existir y que una liberalización del precio al consumo, sin un subsidio que lo frene, llevaría al producto a niveles muy por encima de lo deseable.
Desde el MGAP se entiende que se está frente a un elemento de muy escasa incidencia en la cadena láctea, ya que el consumo de leche común -la que sale a la venta con precio administrado- es apenas el 8% aproximadamente del total de leche que se remite a plantas problema común.

