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Gracias al INTA se puede predecir cómo serán los duraznos antes de “nacer”

Implementaron un test genético para identificar cultivares de durazneros que pueden utilizarse como parentales para obtener nectarinas o duraznos.

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Por Infocampo

Fotos: INTA

Una de las características comerciales más utilizadas para clasificar el fruto del duraznero es la presencia o ausencia de tricomas –“pelitos” que le dan la textura de vellosidad– en su piel. Cuando no hay tricomas, el fruto es una nectarina o pelón (Prunus persica variedad nusipersica, según su denominación científica). Aunque ocurre con muy poca frecuencia, esta fruta puede llegar a crecer en el mismo árbol del durazno a partir de un brote mutado, señala la publicación del INTA Informa.

Para incrementar las posibilidades de producción del fruto, valorado por su textura, su dulzor y su aroma en el mercado, investigadores del INTA implementaron un test genético que identifica cuáles son los cultivares de durazneros de la colección de frutales de carozo del INTA San Pedro –Buenos Aires– que pueden utilizarse como parentales para obtener nectarinas. Además, permite seleccionar en forma temprana los individuos obtenidos a partir de las cruzas y reducir la duración del proceso de mejoramiento.

Gerardo Sánchez, a cargo del equipo de Biotecnología del INTA San Pedro, explicó que la prueba genética determina las posibles variantes del gen que controla estos caracteres en una planta. “El test señala si una planta tiene dos genes normales (duraznos), un gen normal y uno mutado (durazno) o dos genes mutados (nectarina)”, detalló.

En esta línea, el investigador destacó que la información obtenida tras la aplicación del test “permite diseñar cruzamientos de acuerdo con los objetivos de mejoramiento y utilizar algunos duraznos para obtener nectarinas en la descendencia, al tiempo que amplía la posibilidad de incorporar otras características”, indica el servicio de información del INTA.

IMG 0256“En todos los organismos, hay genes móviles llamados transposones, que bajo ciertas condiciones saltan de un punto del cromosoma a otro y causan mutaciones”, indicó Sánchez, quien realiza los trabajos de investigación junto con los becarios doctorales INTA-Conicet, Maximiliano Aballay y Florencia Soria.

Esta premisa resume la principal hipótesis para explicar el origen de las nectarinas: “Un transposón ‘saltó y cayó’ dentro del gen que emite la señal para que se formen tricomas en los frutos y lo mutó”, apuntó el investigador. De esta manera, se rompió o se apagó el gen y se dio origen a un nuevo tipo de fruto que son las nectarinas.

“Este fenómeno, que ocurrió pocas veces, fue seleccionado por agricultores e investigadores y es el responsable de que actualmente todas las nectarinas deriven de estos pocos eventos de mutaciones seleccionados”, amplió Sánchez al INTA Informa.