Juan Cruz Jaime, licenciado en Ciencia Política y docente en el Centro de Estudios e Investigación para la Dirigencia Agroindustrial (Ceida) de la SRA, conversó con Infocampo acerca del presente y el futuro de la Mesa de Enlace. Una de cal y otra de arena: la dirigencia agropecuaria nacional “ha logrado mantenerse unida a pesar de los embestidas del Gobierno Nacional, pero no pudo institucionalizarse, sino que sigue actuando como un comité de crisis”.
-¿Cómo evalúa el rol que la Mesa de Enlace desempeñó hasta ahora?
-La Mesa tiene algunos aspectos muy buenos: mantener la unidad durante este año; que esté buscando la salida del conflicto a través de la vía legislativa; y que apunte a acercar lo rural a lo urbano.Hay otro aspecto sobre el cual debe seguir trabajando: el diseño de un plan concreto de acción estratégico.
-Usted hizo en alguna oportunidad una diferenciación entre la primera Mesa de Enlace de la década del 70 y la actual, en relación con las propuestas presentadas en ambos períodos. ¿En qué radica dicha diferencia?
-Creo que la Mesa de Enlace actual, así como trabaja en el día a día, también es necesario que trabaje en el mediano y largo plazo. Aquella primera Mesa de Enlace pudo salirse de la coyuntura y elaborar un documento con propuestas concretas.
Lo logró a partir del trabajo conjunto de todos los técnicos de todas las entidades. Si bien eso ocurre ahora de manera fortuita, hay que tratar de institucionalizar ese trabajo en equipo para lograr objetivos más fuertes.Ya existe la confianza mutua, hay que avanzar en limar algunas asperezas entre las entidades y trabajar en un proyecto agropecuario 2016.
-El año pasado, las entidades anunciaron la creación de un instituto conjunto para unificar criterios.
-Hubo algunos proyectos en 2008 pero, después, quedaron en la nada.El punto fundamental de esta situación es que la Mesa de Enlace no se institucionalizó sino que sigue siendo un comité de crisis. Para el conflicto están todos de acuerdo pero, después, no logran pasar de la protesta a la propuesta.
-¿Cuál es, entonces, el futuro de la Mesa de Enlace?
-En este año particular, la Comisión de Enlace tendrá muchos más motivos para mantenerse unida que para romperse. El Gobierno hizo mucho por separarlos, y falló. Este año el conflicto va a ser la regla sobre todo cuando los números no le den al Gobierno en el Conurbano bonaerense.De hecho, ya ahora se están registrando algunos hechos de violencia como las amenazas sufridas por algunos dirigentes del agro, y la actitud desafiante de los camioneros en los cortes.
-¿Las agresiones son unilaterales, desde el Gobierno hacia el ruralismo?
-No. Hay ciertos controles sociales también desde el ruralismo que, en algunos casos, son poco ortodoxos. Por suerte, en ninguno de los dos lados todavía hubo sangre.
-¿Podría considerarse que el conflicto termina siendo funcional a la Mesa de Enlace?
-Ese razonamiento me parece muy maquiavélico. No sé si la Mesa de Enlace tiene una entidad tan fuerte como para preferir el conflicto a la solución. Tal vez puede haber algunos miembros de alguna entidad que puedan ver en esto un posible futuro político a partir de las elecciones legislativas de este año, pero esto sería una consecuencia positiva de la conflictividad.
-Hoy parece poco probable que el Gobierno salga bien parado en las próximas elecciones, pero si eso sucede, ¿cree que las entidades aceptarían que las urnas no le dieron la razón al campo?
-Hoy hay tres escenarios posibles, de los cuales el más probable es que haya un empate técnico en el orden del 33% entre el kirchnerismo, el panradicalismo y el properonismo. Si sucede esto, el Gobierno saldrá favorecido porque no perderá 70/30 y legitimará su modelo en las urnas, pero lo cierto es que la conformación de las Cámaras será muy distinta.
-Con el recambio en el ámbito legislativo, ¿podría distenderse el conflicto?
-Sí, pero para ello se necesita un cambio sustantivo.
-¿Cómo ve la relación entre los autoconvocados y las entidades?
-Por suerte, muchos de los autoconvocados están entendiendo que para que el conflicto pueda resolverse tienen que comportarse de manera orgánica. Hay dos cosas buenas: las bases se convirtieron en orgánicas, y ellas mismas lograron modernizar a las entidades tradicionales.
(artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario)