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Llaman a reconstruir empleos, proyectos y pymes que se están consumiendo con el fuego

La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), manifestaron la necesidad de atender a los incendios más allá de su extinción.

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Por Infocampo

La Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA), realizó un llamado a la comunidad y a las autoridades nacionales y provinciales ante los devastadores incendios que afectan a Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, Entre Ríos y otras provincias.

Según indicaron “las pérdidas materiales se estiman ya en más de 50 millones de dólares hasta el momento y siguen subiendo día a día, con pronósticos climáticos que no auguran lluvias abundantes a la brevedad”.

Pero, además de las pérdidas materiales, es imprescindible “considerar el impacto de este desastre natural en la fuente de trabajo de la que dependen cientos de familias, empresas PyME y emprendimientos que viven de la actividad forestal y corren el riesgo de desaparecer“.

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Luego del fuego

“La industria forestal emplea en forma directa y formalmente, a unas 100.000 personas y exporta alrededor de 700 millones de dólares anuales en toda la cadena productiva“, explican y es por ello que se vuelve imprescindible seguir trabajando, una vez que se extingan los incendios.

“Solamente considerando la producción silvícola, los empleos son miles. En una forestación de 1.000 hectáreas de pinos o eucaliptus en Corrientes trabajan decenas de personas en las tareas de preparación del terreno (tractoristas, afines), trituración, eliminación de material residual, control de hormigas, malezas, plantación, reposición, aplicación de herbicidas, podas -se realizan 3 o 4- que se realizan en forma manual con tijera electrónica o serrucho de poda”, detallaron desde la Federación.

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Por otro lado, cabe destacar que “muchos de sus dueños son pequeños o medianos productores que ven cómo se ha perdido su inversión de 20 o 30 años en una noche de fuego. Hoy, patrones y empleados están trabajando, codo a codo, con las precarias herramientas que tienen a mano en un intento desesperado por controlar el alcance de los daños”.

Con la misma urgencia, “las familias necesitan ser reubicadas y la mayoría no cuenta con seguros contra incendios, cuyo costo es similar a las potenciales pérdidas por el fuego“, afirman.

Y, por último, reclamaron que es momento de “diseñar políticas públicas y mecanismos contra los incendios que permitan estar mejor preparados para otros eventos en el futuro, y que generen herramientas sostenibles en el tiempo, así como también contar con el financiamiento y los recursos necesarios para poder llevar adelante los planes de acción”.