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Para la FAA de Entre Ríos, hay productores en vías de extinción

La entidad provincial alertó sobre la pérdida de rentabilidad de los chacareros.

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Por Infocampo

El resultado de la actual campaña, a pesar de los buenos rendimientos, “será con pérdidas económicas en todos los frentes”, advirtió la entidad. Muchos productores “perderán capital y quedarán endeudados”, e incluso “no sobrevivirán a esta cosecha”.

La cosecha gruesa avanza a buen ritmo en la provincia, ayudada por la ausencia de lluvias de las últimas semanas, con rendimientos en muchos casos más que interesantes. En soja, por ejemplo, el rinde promedio cuando la trilla ya superó el 50 por ciento de la superficie implantada se ubica entre 29 y 31 qq/ha, según el último reporte del Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber); la de segunda deja un rinde promedio cercano a los 27 qq/ha, muy bueno para la provincia, informó El Diario de Paraná.

La ecuación económica de los pequeños y medianos productores de Entre Ríos, sin embargo, no cierra, ni siquiera con estos buenos rendimientos. Los arrendatarios –el 70% de la agricultura provincial se hace en tierras alquiladas–, de manera especial, pero también no pocos propietarios, quedarán con los números en rojo.Endeudamiento y descapitalización son las figuras que se dibujan en el horizonte de muchos chacareros. El fantasma de los ’90 está cada vez más cerca.Con costos de producción que no paran de aumentar –la inflación pega muy duro también en el campo–, una presión fiscal casi insoportable y fletes que se dispararon, entre otros factores adversos, el panorama es desalentador. La caída de los precios internacionales de los granos –sin expectativas de mejoras, en el corto plazo al menos– hace todavía más sombrío el futuro de miles de productores en la provincia.Ante este escenario, el Consejo Delegado Entre Ríos de la Federación Agraria Argentina (FAA) salió a alertar sobre las consecuencias económicas y sociales que acarrearía este panorama si el Gobierno no adopta medidas para revertir la falta de rentabilidad de todos los cultivos agrícolas, incluida la soja, segura garantía de buena ganancia hasta no hace mucho.

Preocupación

En un comunicado de prensa titulado “El pequeño y mediano productor entrerriano, en vías de extinción”, la conducción federada provincial expresó su preocupación ante la situación de los productores agrícolas entrerrianos, quienes “en plena cosecha, con buenos rendimientos en su producción física, verán frustrado su esfuerzo, en una campaña más, donde el resultado será con pérdidas económicas en todos los frentes”.Al permanente aumento de los costos de producción y el impacto que sobre la economía del productor aún tienen las pérdidas del trigo, “en esta campaña debemos sumarle una fuerte caída de los valores del maíz y la soja, marcando una sumatoria de factores negativos con pésimos resultados para el productor, en especial para quien es arrendatario, que en nuestra provincia representa el 70 por ciento del área de producción”, agrega la FAA entrerriana.

Para los federados es “este gobierno quien debe dar una urgente respuesta, adoptando medidas que permitan paliar el quebranto del productor, que por cierto está muy lejos de resolverse, con la devolución de retenciones” implementada recientemente.

Muchos productores, advirtió la entidad que conduce Elvio Orbieto Guía, “perderán capital y quedarán endeudados”, e incluso “no sobrevivirán a esta cosecha”.La FAA entrerriana, asimismo, aludió a las economías regionales –citrus y arroz– que “están en igual situación o peor”.

El problema

El nudo central de la crisis que enfrenta el sector agrícola es la falta de rentabilidad, consecuencia directa de la inflación –un problema que el Gobierno se ha negado sistemáticamente a resolver, acaso porque le convenga para licuar deuda interna–, por un lado, y el derrumbe de los precios internacionales de los commodities, por el otro. La presión fiscal y las trabas a las exportaciones –que impiden la competencia– son los otros factores que terminaron por erosionar la renta agrícola.Aquella ganancia extraordinaria –generada tras la salida de la nefasta convertibilidad– que disfrutaron productores y Estado durante varios años, hoy es cosa del pasado, aunque a muchos les cueste creerlo.

El punto, en consecuencia, es discutir medidas que le devuelvan la rentabilidad al sector. La segmentación de retenciones, anunciada con bombos y platillos por el oficialismo, como forma de ayudar al chacarero es insuficiente, básicamente porque no es una segmentación sino un subsidio.

Otro problema que desvela a los productores es el creciente endeudamiento, sobre todo con el sistema comercial –acopios, cooperativas y vendedores de insumos–, pero también, aunque en menor medida, con los bancos.

El endeudamiento y las dificultades de financiamiento, por otro lado, serán dos factores que incidirán en la siembra de granos finos que en Entre Ríos se inicia dentro de un mes. Por eso nadie se anima a arriesgar si este año se hará más o menos trigo.

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