“Los días 18 y 19 de julio de 2005 se recorrieron algunos lotes con rastrojo de soja, monitoreados durante el verano, para observar la presencia de plantas guachas y su estado después de las heladas. Los lotes relevados se hallaban ubicados en las coordenadas Lat S 33° 37,992 Long O 59° 47,383 (paralelo al río Paraná) y cercanos a la ruta 9, Lat S 33° 47,234 Long O 59° 43,797”, puntualizó la información ruralista.
Sobre este loteo, se observaron plantas de soja en estado fenológico V2, generalmente con daño por heladas y en algunos lotes se encontraron en las zonas de manejo de la semilla durante la cosecha (chimangos) y en la carga de la semilla a los camiones se encontraron “manchones” de plantas heladas.
Pero, en otros, se encontraron plantas en zonas alejadas de los accesos, en áreas protegidas, donde ni siquiera se observó daño por heladas en el gramón (Cynodon), aunque el real hallazgo lo constituyó la presencia de “plantas de soja vivas aún después de soportar bajas temperaturas”.
Sobre estas plantas, justamente, se determinó la presencia de “volcancitos” (urediniosoros) de roya de la soja sobre los folíolos de la primera hoja trifoliada. Estas “muestras produjeron abundante esporulación a las 6 horas de incubación en cámara húmeda a 25°C y se confirmaron al microscopio”, advirtió Carbap.
Estas determinaciones, de hecho, constituyeron la primera denuncia oficial de roya de la soja en el partido de San Pedro, sobre muestras que resistieron un riguroso análisis de PCR.
“Asimismo, en la zona se manifestó una menor presencia de heladas, lo que permitiría sospechar de mayores casos de roya”, destacó la entidad ruralista.
Ante este panorama, la entidad recomendó a los productores iniciar los tratamientos preventivos y “el minucioso control de plantas huésped en taperas, arboledas, cañadas, zonas húmedas, bordes de silos bolsas, plantas de acopio, secadoras, las cuales podrían ser un reservorio de plantas de soja con la enfermedad”.
