-Parecería ser que en los últimos años la ganadería no progresó en productividad, como sí lo hizo la agricultura. ¿Cómo ven esto desde el Inta?
Yo diría que eso no fue así. En los últimos años hubo un cambio importante ya que se dio un proceso de fuerte intensificación que comenzó a principios de los â90. Por eso hoy tenemos un stock de 55 millones de animales, el mismo stock o incluso un poco mayor al que había en los â70 en menos superficie. En la provincia de Buenos Aires la ganadería perdió 5 millones de hectáreas por el avance agrícola pero en todo el país fueron entre 9 a 10 millones las hectáreas que se transfirieron a la agricultura. Aún así mantenemos el mismo nivel de stock y de eficiencia y, en algunos casos, se incrementó la productividad porque se incorporó tecnología.
âPero en la cría parece que esto no se dio, que sólo la invernada aumentó en productividad e intensificación.
âLa cría está menos intensificada que la invernada. Además, hay una cría mucho más eficiente en lo que es pampa húmeda con una eficiencia que puede crecer. Hoy cada 100 vacas se logran 72 terneros, o sea que la productividad es del 72 %. Cuando uno toma la Mesopotamia y algunas otras provincias, la productividad cae al 50%. Hay una gran dispersión en la incorporación de tecnología; lo que uno ve es que cada vez tenemos menos productores y que las medidas que se tomaron favorecieron el crecimiento de los más grandes y que desaparezcan los chicos. Los grandes tienen más posibilidades de incorporar tecnología. Los grandes suelen ser los más empresariales y tienen los mejores índices. Hay que trabajar mucho en las provincias extrapampeanas en mejorar la eficiencia del stock. Hay gente que hace énfasis en la sanidad, pero hay que hacerlo también en la alimentación.
âDe las tres patas de la producción: alimentación, sanidad y genética,¿donde está la debilidad?
Si analizamos a la cría, y también a la invernada, que fue más empresarial que la cría, la tecnología se debe incorporar para tener una mayor producción de forrajes, es decir, en la nutrición de los animales. Un error de algunas políticas es no dar créditos para producción de forrajes y sí para aumentar el número de vacas. El punto es que hay muchas zonas que presentan diferentes deficiencias para la producción de forrajes, por falta de nutrientes en el suelo. No nos olvidemos que en general nuestra producción fue extractiva y no necesariamente los suelos de la cuenca del salado son fértiles; es más, son deficientes en fósforo y en nitrógeno. Cuando uno pone esos nutrientes triplica la producción de forraje anual y aumenta la tasa de crecimiento 7/8 veces por año. Estamos saliendo del invierno, de haber sido un año normal, con fertilización y sin sequía, se podrían obtener mejores preñeses ya que se contaría con vacas en mejor estado corporal.
â¿Cómo se logra una mayor incorporación de tecnología?
âCon incrementos en el precio de los productos. Entre el año â93 y el â98 la lechería creció al 7 u 8 % anual, luego se desplomó porque se cayó el precio. En el 2001 los tamberos pasaron de cobrar u$s0,14 a $0,14 y con insumos dolarizados. Hoy con el litro de leche a $0,51/0,52, en promedio, la lechería está creciendo al 9% anual este año, y pasaremos los 10.000 millones de litros. Lo mismo sucedería con la ganadería si las señales fueran otras.
Al ganadero le falta tecnología
Según Santini, los factores que influyen en la poca incorporación de tecnología en la ganadería son, en primer lugar, porque en la agricultura los resultados se ven en poco tiempo, mientras que en la ganadería la inversión es a 3 años. El especialista señala que invertir a largo plazo en un país tan pendular es complicado. Además explica que el ganadero invierte poco tiempo y recursos en la producción y que no hay un convencimiento de que para producir tiene que estar en el campo. Señala además que el productor debe conocer el nivel de productividad de sus pasturas y no dejarla en manos de un encargado. Pero el principal factor es el precio y la falta de una política estable.
Competencia
Ganadería vs. Energía
âEn el futuro la ganadería se seguirá retirando por el avance de la agricultura. Esto generará una mayor intensificación de la producción y la mayor demanda de granos. Con el desarrollo de los biocombustibles, la ganadería tendrá que competir con esta producción por la disponibilidad de granosâ, así lo indicó Santini en diálogo con Infocampo.
