Con más de 3.000 empleados directos, esta gigante avícola tiene gran influencia sobre varios distritos bonaerenses, como Ezeiza, Cañuelas y San Miguel del Monte.
Por eso ayer hasta el propio Scioli se interesó por la situación y envió a su ministro de la Producción, Cristian Breitenstein, a hablar con Rasic.
“La Provincia se puso a disposición para fortalecer canales de diálogo con Nación, de modo de cuidar la totalidad de los 1.000 puestos de trabajo que se encontrarían en juego”, explicó el funcionario.
Por lo pronto, frente a su personal, el empresario de origen croata anunció que pagarían el aguinaldo en tres cuotas y admitió posibles retrasos en el pago de los sueldos, según publicó Clarín.
Una de las causas de la abultada deuda acumulada por Rasic ha sido, según los entendidos, su alta exposición en las exportaciones de pollos a Venezuela, país que viene demorando sus pagos. Adicionalmente, todo el sector avícola enfrenta problemas en el mercado interno debido a la sobreoferta de carnes por la recesión y la falta de exportaciones de carne vacuna.
Las avícolas estarían vendiendo por debajo de sus costos de producción y ya habían advertido de esto a las autoridades, a las que reclamaron –sin éxito– que reestablezcan una compensación semejante a la que les otorgaba la ex ONCCA.

