El negocio del feedlot hoy se encuentra en una etapa de transición y los ganaderos están esperando que se reactive el mercado. Los valores de las vaquillonas están deprimidos y el precio del maíz, principal insumo para la alimentación del ganado, continúa en alza. Mientras tanto varias provincias están legislando para regular la instalación de establecimientos feedloteros; en estas negociaciones se encuentra hoy la industria del engorde a corral.
-Dentro de esta coyuntura en la que la Legislatura de Córdoba aprobó una ley para la regulación de feedlots y Santa Fe está tratando de transitar el mismo camino, ¿cuál es la propuesta de los engordadores?
-Nosotros somos el único sector productivo que buscó el acercamiento con los gobiernos provinciales para llegar a un acuerdo, con respecto a Córdoba felizmente la nueva legislación es bastante coherente con lo que queríamos, es importante que cuando se habla de las zonas críticas en las que se pueden instalar feedlots, que son a 3 km de los pueblos, se aclare que aquellos que ya están y cumplen con todas las normas sanitarias que exige Medio Ambiente pueden continuar su actividad. En lo que respecta a Santa Fe, todavía no hay nada legislado. Con el proyecto que fue presentado, nosotros en particular no estamos de acuerdo, porque toma como antecedente sólo un caso puntual de un feedlot que no cumplía con las normas adecuadas; ahora esperamos una reunión con el secretario de Agricultura de Santa Fe para llevarle nuestra inquietud y llegar a un acuerdo.
-¿Cómo está hoy el engorde a corral?, ¿es rentable?
– Durante estos siete primeros meses del año tuvimos una alta ocupación en los corrales pero actualmente estamos en una transición muy complicada porque después del cierre de las exportaciones cárnicas se derrumbó la cadena de precios en distintos niveles, y en nuestro caso perdimos alrededor de un 30% del valor de venta de los animales terminados. Por otro lado, el maíz hoy está en las pizarras a precios que rondan los $ 270, cuando antes teníamos valores promedio de $ 200; esta es una combinación nefasta. La gran pregunta es si volveremos a tener precios de $ 3 por kilo de ganado de consumo liviano. Mientras tanto, la invernada está a precios muy variables y no sabés si reponer o no.
-¿Cómo está el negocio del novillo de exportación?
-Mientras la exportación estuvo abierta nosotros fuimos el complemento, hoy Chile está cerrado, Estados Unidos se presenta muy dificultoso, ahora estamos en la búsqueda de nichos alternativos como Corea del Sur. En este contexto es muy importante remarcar que con novillos a $ 2,30 no es económicamente rentable el negocio de la exportación porque debemos afrontar pérdidas de alrededor de $ 150 como mínimo. Sin lugar a dudas hacer novillos de exportación es perder.
-¿Cómo está funcionando la hotelería?
-El negocio sigue funcionando, pero estamos en una etapa complicada. La hacienda sale con valores deprimidos de $ 2,65 o $ 2,70 y después tenemos que salir a reponer con una invernada que empezó a cambiar sus valores: ya no quedan terneros a $ 2,30 o $ 2,35. Ahora la toma de decisiones ya no tiene la fluidez habitual.
