Hasta el momento se habría sembrado un 95% del área nacional prevista de trigo de 4,55 millones de hectáreas. La mayor parte de la superficie que por implantar se localiza en la región bonaerense de Mar y Sierras.
Las 180.000 hectáreas que faltan implantar en Mar y Sierras ‘cuya ventana de siembra óptima finaliza a fines de agosto’ dependerá de la persistencia de un clima seco y soleado porque los niveles de humedad presentes en la zona son en general de muy buenos a excesivos, según indicó el último informe de evolución de cultivos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
‘Las regiones del centro-norte triguero continuaron secas y en este contexto los plantíos desarrollan con lentitud, desmejorando paulatinamente su condición en algunas áreas que entran en fases claves claves para la definición de los rendimientos’, indicó la entidad.
‘Un millón de hectáreas en estas regiones se acercan peligrosamente al riesgo de que los rendimientos se vean sensiblemente perjudicados’, agregó.
El informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires apuntó que es crítica la situación del cultivo de trigo en secano en el norte de Córdoba y, en menor medida, en el centro-norte de Santa Fe (con excepción de los ubicados en el extremo nordeste de Santa Fe, donde recientes lluvias posibilitaron una recuperación parcial).
Además, en muchos sectores del área norte de la región núcleo pampeana la condición del cultivo se agrava ante la falta de lluvias. En los departamentos cordobeses de Marcos Juárez y Unión los plantíos siguen mostrando un marcado déficit hídrico, mientras que en Bell Ville e Idiazábal comienzan a desmejorar.
En las zona santafesinas de El Trébol, La California y Carlos Pellegrini es bajo el número de macollos formados en los cultivares de ciclo largo, mientras que en el sector de Las Totoras alrededor de un 30% del área refleja un bajo stand de plantas con presencia de manchoneo y amarillamiento en hojas basales.
En los sectores trigueros del área sur de la región pampeana la situación hídrica es en general más favorable, aunque en algunos casos comienzan a aparecer problemas. Tal es el caso de San Antonio de Areco y Arrecifes, donde el estrés hídrico y el frío intenso golpeó a buenas parte de los plantíos.
En la zona santafesina de Chabás se observan plantas con las puntas de las hojas necróticas ocasionadas por la sequía, al tiempo que en Bombal, Bignad y Alcorta el desarrollo de los cultivos está atrasado por la misma causa (se requieren lluvias urgentes).
Imagen: Reserva de agua útil al 14/08/08. GEA / Bolsa de Comercio de Rosario
