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Trigo 2021/22: claves para la nueva campaña

La coyuntura propone un buen panorama en lo que refiere a precios, aunque comienzan a activarse alarmas en el plano productivo local.

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Por Juan M.
Uberti

Analista de Mercados de la corredora Grassi S.A.

En pleno desarrollo del ciclo productivo 2021/22 en nuestro país, es importante tomar conciencia de la situación del mercado en dos aspectos. Por un lado, lo que refiere a materia de precios del mercado internacional y  -por otra parte- el conocimiento de las variables locales para identificar oportunidades y amenazas.

En el transcurso del último mes, mientras en el hemisferio norte se materializaba la recolección del trigo en los principales países productores, se fueron convalidando aumentos de precios por ajustes en el volumen de oferta. Una gran sequía deterioró las condiciones del trigo de primavera en EE.UU. y Canadá. En Rusia, la producción resultó mucho menor a la esperada y esto tuvo su impacto en el mercado. Los nuevos números aportados por el USDA en el reporte mensual de agosto dieron cuenta de una situación más ajustada por el lado de la oferta. Así, las proyecciones de stocks finales mundiales para 2021/22 se ubicaron muy por debajo de lo previsto por el mercado, cayendo a 279 mill. tn. Ante este escenario, los valores en los distintos orígenes del mundo (Francia, Rusia, Ucrania, EE.UU.) fueron exhibiendo ascensos, logrando una marcada recuperación.

Esto tuvo su correlato en el mercado local, donde los precios a cosecha (Dic-21) subieron en torno a 35 U$S en las últimas semanas, para cotizar actualmente por encima de 230 U$S/tn. De este modo, los valores se ubicaron en niveles récord de las últimas campañas en lo que refiere a valores a cosecha. Si bien esto es un elemento muy favorable al considerar el ingreso para el productor, el panorama productivo local despertó algunas alarmas en lo que refiere a clima y rindes potenciales.

Según el Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, los cultivos de la región norte y oeste del país atraviesan etapas desarrollo bajo condiciones de escasez hídrica y el deterioro de los cultivos estaría condicionando el potencial de rindes (tales regiones aportarían entre un 15%-20% de la producción nacional). Hacia la región centro las condiciones son más favorables, pero los suelos comienzan a perder reservas de agua y serán necesarias la llegada de lluvias para mantener humedad adecuada. En la parte sur, los suelos aún mantienen niveles de humedad adecuados y óptimos, aunque también se aguardan precipitaciones que transmitan tranquilidad.

Así, entraremos en una etapa donde la evolución de los pronósticos climáticos serán cruciales y -en tal sentido-  los mapas actuales generan cierta preocupación. En lo que resta de agosto, no habría precipitaciones considerables a la vista, por cual se agravaría la situación en zonas puntuales. A su vez, en el mediano plazo, los modelos parecen reafirmar las probabilidades de un fenómeno “niña” en torno a un 70% (aunque se desconoce la intensidad). Por lo cual, no habría que descartar alguna posible afectación climática en períodos críticos de definición de rindes y que el volumen de producción final tal vez no alcance los 19-20 mill. tn., que se estiman actualmente.

Al realizar distintos ejercicios de márgenes de rentabilidad con los precios a cosecha vigentes en el mercado, los mismos estarían aportando buenos resultados en dólares para el productor (aún en escenarios de rindes moderados), considerando planteos que se combinan con soja de segunda en las principales zonas del país.

Respecto del avance de la comercialización, habría que tomar en cuenta algunas notas. Según números oficiales al 18/08, el sector exportador habría comprado 5,5 mill. tn., representando aproximadamente el 28% de la producción estimada. Esto da cuenta de un ritmo algo más acelerado que en el año pasado, para esta misma época, cuando la exportación tenía adquiridas 3,8 mill. tn. Además, el programa de embarques actual resulta un tanto más ambicioso que el año anterior, con Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior por 4,04 mill. tn. vs. 2,6 mill. tn. para esta misma época en el año anterior.

Este escenario nos invita a realizar algunas consideraciones. Como elementos positivos, en primer lugar, se combina un escenario de firmeza en precios internacionales que bien podría continuar trasladándose al mercado local. En segundo lugar, teniendo en cuenta el grado de avance de comercialización (28% de la estimación de producción), consideramos que sería lógico que el productor tienda a moderar su ritmo de ventas hasta no tener más certidumbre respecto del volumen a cosechar. En tal sentido, la exportación tendrá que realizar los esfuerzos correspondientes vía precios si quisiera originar más mercadería.

Por último, como elemento negativo, no hay que perder de vista la posibilidad que ante un rally muy destacado en las cotizaciones y problemas de oferta, se tome algún tipo de intervención en el mercado local. Así, no deberían desaprovecharse las posibilidades vigentes en materia de precios para cerrar pisos de venta, márgenes de rentabilidad y quedar abierto a captar potenciales subas en las cotizaciones utilizando opciones.