En el partido de Navarro, provincia de Buenos Aires, desde hace 9 años funciona en 20 ha un lugar donde sus habitantes autoproducen sus alimentos, consumen solamente energías renovables, sus casas están hechas de materiales aislantes, ecológicos para aprovechar las oscilaciones térmicas. No es un sueño, es pura realidad.
Gustavo Ramírez, es miembro de la Ecovilla Gaia y funciona como presidente de la institución, pero remarca que ahí dentro son todos iguales: “Establemente vivimos 10 personas, hay algunas que están en proceso de integración y todos los fines de semana recibimos entre 30 y 40 visitantes”, contó muy orgulloso Ramírez.
La principal fuente de energía son molinos de viento, también tienen paneles solares y constantemente están implementando nuevos inventos para calefaccionar, cocinar los alimentos e iluminar sus hogares.
“Tenemos cultivadas 3 ha de todo tipo de frutas y verduras y hacemos especial hincapié en el desarrollo de semillas de mejor calidad para que se adapten al ambiente. Por supuesto usamos fertilizantes y abonos naturales, libres de cualquier tipo de contaminación”, explica Ramírez.
Otro de los proyectos de los habitantes de la ecovilla es instalar muy pronto una escuela. “Por el momento sólo hay dos chicos que aún no están en edad escolar, pero esperemos que en el corto plazo podamos fundar un colegio y darle más beneficios a las familas que decidan venirse a vivir con nosotros”. Además de las visitas los fines de semana, se organizan todos los meses cursos de autoproducción de alimentos, energías renovables y su implementación. “Mucha gente se tienta con esta vida, y esperamos ser cada días más habitantes”, cuenta Gustavo Ramírez, un soñador con su ilusión hecha realidad.
Yanina Otero
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