También en trigo estamos lejos del primer mundo. En Francia los rendimientos promedio giran en torno de las 6.5 toneladas por hectárea; en nuestro país andan por las 2.5 tn/ha. Pese al incremento en la aplicación de insumos de los últimos diez años, el crecimiento del rendimiento de trigo fue de apenas 21 kg/ha/año.
“Estamos en estado de alerta”, dijo Daniel Miralles, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) ante alrededor de 150 técnicos que participaron del Simposio Nacional de Trigo organizado por Syngenta en Mar del Plata.
“En la zona Mar y Sierras, los rindes en 2004 fueron de 4.648 kilos promedio, con máximos de 7.500 kg/ha. En alrededor de 10 años se podría pensar que los rendimientos medios serán los potenciales de hoy”, agregó el asesor CREA, Jorge González Montaner.
Paul Varney, el gerente mundial del producto Amistar de Syngenta, con sede en Suiza, terminó de mostrar las diferencias. Respecto de Francia, dijo que el mercado de insumos para protección de cultivos es de unos 2.000 millones de euros por año, contra 850 millones en nuestro país. Los fungicidas y herbicidas para trigo se llevan gran parte de ese mercado. Un productor francés gana 100 euros/tn de trigo producido. En Nueva Zelanda obtienen 15 tn/ha de trigo.
No hay trigo sin tecnología.
Miralles destacó que las respuestas para el crecimiento están en la información, en el conocimiento cada vez más profundo de la planta y su período crítico. Un ejemplo de ello es el modelo desarrollado por el técnico junto a su equipo de la FAUBA. Se trata de Cronotrigo, un software que permite predecir la fenología del cultivo y que está alojado para su puesta a prueba en www.agro.uba.ar/catedras/cerealicultura/servicios.htm.
Cronotrigo está actualmente disponible para sólo 150 kilómetros alrededor de Buenos Aires. Permite elegir ciclo, fecha de siembra, ambiente, y le da al usuario una noción sobre cuándo va a emerger ese trigo, cuándo llegará a madurez fisiológica, los riesgos de helada y la fecha del primer nudo. De esta manera, “se puede establecer qué está ocurriendo con el cultivo y qué manejos se le pueden hacer en cada una de las etapas”, explicó Miralles.
Para González Montaner no hay trigo sin por lo menos 125 kilos de nitrógeno.
Milva Beloso
Especial para Infocampo
